Quien no ha disfrutado alguna vez del tradicional sabor de las rosquillas caseras, es una de esas recetas que no se olvidan nunca por el gran sabor que nos proporcionan. Son fáciles de hacer e ideales para disfrutar en una merienda.
Los ingredientes 400 gramos de harina, 1 huevo, 1 cucharadita de levadura en polvo, 2 cucharaditas de licor de anís, 150 gramos de azúcar, 3 cucharadas de azúcar glass y 4 cucharadas de leche.
La preparación Bate el huevo en un bol y añade 4 cucharadas de aceite, el anís y la leche, continua batiendo hasta que veas que los ingredientes se han homogenizado. Agrega el azúcar y la levadura en polvo y prosigue batiendo hasta que estos últimos estén incorporados. Agrega poco a poco la harina hasta que se forme una masa maleable y forma cilindros de ½ centímetro de diámetro con ella, corta la masa en bastones de 10 centímetros de largo, y forma rosquillas con ellos uniendo las puntas.
Calienta abundante aceite en una sartén grande a fuego medio y fríe por tandas las rosquillas hasta que veas que se hinchan, entonces sube el fuego para que terminen de dorarse. Deposita las rosquillas sobre papel de cocina absorbente y termina espolvoreándolas con el azúcar glass.
La degustación Si tienes niños pequeños vigila o no las probarás, son tan ricas que serán una tentación para todos.