Cataluña, Navarra, Principado de Asturias, Catilla y León, Murcia y buena parte de Galicia. Son las comunidades donde se ha decretado el cierre total de la hostelería de cara a contener la propagación del virus.
Como viene siendo habitual desde el inicio de la pandemia, aunque estén cerrados al público, las autoridades permiten a bares y restaurantes preparar comida para llevar o recoger. Pero esta medida, que ha supuesto un alivio para muchos negocios durante el confinamiento más severo, se ha convertido ahora en un escollo para pedir ayudas.
Tras negociar con patronal y sindicatos, el Gobierno prolongó las prestaciones por cese de actividad extraordinario, para cubrir los cierres derivados de las previsibles restricciones en la segunda ola de la pandemia.
Hasta el próximo 31 de enero, los autónomos que se vean obligados a cerrar su negocio por decreto pueden acceder automáticamente a una ayuda de 480 euros, acompañada de una exoneración de cuotas a la Seguridad Social. Además, de forma complementaria, los empresarios pueden pedir o prorrogar los ERTE por fuerza mayor que llevan vigentes desde el inicio de la pandemia.
El acuerdo fue bendecido por Gobierno, patronal y sindicatos, pero una parte de los autónomos está encontrando ahora problemas para solicitar la ayuda, debido a un escollo en la redacción del Real Decreto-ley 30/2020, que regula esta prestación.
Y es que la normativa limita la ayuda a las empresas que estén obligadas a un cierre total de su actividad y, en algunos casos, la Seguridad Social argumenta que no es lo que ocurre en los negocios de hostelería, porque la restauración puede mantener el servicio a domicilio y la recogida en local. Dado que todas las restricciones a la hostelería permiten a bares y restaurantes servir comida para llevar, siguen teniendo una vía de negocio abierta y, por tanto, no tienen derecho a cobrar la prestación.
“Un problema de gestión puro y duro”
La Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) denunció la situación y, finalmente, la Seguridad Social ha acordado con las mutuas colaboradoras que se permitirá el acceso a la prestación por cese de actividad siempre que la empresa muestre en su declaración responsable que no están sirviendo comida para llevar ni a domicilio.
SOLUCIONADO!
Autónomos de hostelería q cierren por orden administrativa tendrán prestación extraordinaria por cese de actividad
Deberán presentar a su Mutua declaración responsable q no realizan venta a domicilio ni para llevar
Agradezco Asociación de Mutuas AMAT su colaboración pic.twitter.com/X1bg8ZwTsO
Para José Luis Yzuel, presidente de la Confederación Española de Hostelería, lo ocurrido con estas prestaciones es solo un ejemplo más de una “actitud generalizada de la administración”, tendente a rechazar muchas solicitudes de entrada, siempre que haya un mínimo resquicio para hacerlo.
“Para que te hagas una idea, a los restaurantes de Benidorm no les han admitido los ERTE por cadena de valor, con todos los hoteles cerrados”, explica Yzuel. “Imagínate, Benidorm, que es un solar. Pues igual que eso es el tema de los autónomos, con todo cerrado y les dicen que tienen derecho a terraza, como en Aragón. Es un desastre de manera generalizada”.
Para Yzuel, el problema no es solo la ausencia de más y mejores ayudas (que su patronal no se cansa de reclamar), sino también las dificultades para pedir las ya existentes: “No se ha contratado a nadie y el SEPE que iba a pedales ahora va a rastras, no tienen capacidad de pasar de 10 por hora a 1000. Hay unos atascos… Es un desastre”.
Un problema que se agrava, según Yzuel, por la diferente interpretación de las normas que está haciendo cada región: “Con el tema de los ERTE cada Comunidad Autónoma, cada delegación territorial, ha tomado decisiones a su puta bola. Es fuerte. Es un problema de gestión puro y duro, y que no hay un duro. Y como no hay un duro entonces de entrada, no, luego ya veremos”.
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