Cuando una amiga me contó que preparaba habitualmente un bizcocho de lima y vermut, no me pude resistir a pedirle la receta para probarlo. Lo cierto es que era un poco excéptica sobre esta peculiar mezcla de ingredientes, pero tengo que confesar que el resultado me encantó.
Decidí no espolvorear la superficie del bizcocho con azúcar, algo que habitualmente suelo hacer, porque el vermut le confiere un sabor característico que no quería desvirtuar, pero si os gusta lo dulce ¡adelante!
Batimos los huevos con el azúcar hasta que la mezcla blanquee y doble su tamaño. Añadimos el yogur y batimos. Incorporamos el aceite, el vermut, el zumo y la ralladura de lima y volvemos a batir.
Tamizamos la harina con la levadura y las añadimos a la masa. Batimos hasta que esté todo integrado y vertemos la mezcla en el molde engrasado. Cocemos a horno precalentado a 180º unos 25 minutos o hasta que pinchando con un palillo este salga limpio.
Con qué acompañar el bizcocho de lima y vermut
Como es habitual, para que este bizcocho de lima y vermut se conserve esponjoso, lo mejor es que lo guardéis en un recipiente hermético, de este modo no se secará y aguantará dos días perfectamente.
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