Una de las ventajas que tienen las calabazas es que podemos aprovecharlas todo el año, a pesar de que se asocien al otoño. Y es muy práctico disponer de su pulpa cocida o asada congelada en porciones, con la que podemos preparar recetas tan resultonas como estas mini pizzas de calabaza con queso azul y sobrasada, una combinación de sabores fantástica.
Podemos emplear masa de pizza casera cortada en porciones o sencillamente recurrir a alguna masa comercial de calidad. Empleando puré de calabaza como base en lugar del típico tomate demostramos que el mundo de las pizzas está lleno de posibilidades.
Comenzar preparando la calabaza. Se puede cocer o asar en el horno, hasta que la carne esté bien tierna. Cocinarla con la cebolla y triturar junto con un poco de aceite y algo de leche, si fuera demasiado espesa. Tiene que quedar una textura cremosa. Salpimentar.
Precalentar el horno a 200º C y preparar una bandeja. Estirar las masas de pizza y cubrir cada una con una capa de calabaza. Repartir queso azul y sobrasada al gusto. Añadir queso para gratinar y sazonar con orégano y pimienta negra.
Hornear las mini pizzas hasta que el queso se haya fundido bien al punto deseado. Retirar con cuidado. Añadir un poco de tomillo fresco y orégano al gusto antes de servir.
Con qué acompañar las mini pizzas de calabaza
El tamaño reducido de las mini pizzas de calabaza con queso azul y sobrasada es ideal para compartirlas a la hora de la cena, o como parte de un menú informal a la hora de la comida. Incluso se pueden preparar con masas más pequeñas para servir como picoteo del tamaño de un bocado.