Madrid es una ciudad que ofrece un sinfín de posibilidades para el ocio, la cultura y el entretenimiento. Sin embargo, cuando el calor aprieta en los meses de verano, muchos buscan una escapada que les permita disfrutar de la naturaleza sin alejarse demasiado de la capital.
Si eres de los que busca un rincón donde relajarse, refrescarse y disfrutar de un entorno natural espectacular, te sorprenderá saber que a tan solo 40 minutos del bullicio de Madrid existe un lugar que parece sacado de una postal sueca: el Bosque de las Berceas, en la Sierra de Guadarrama.
Situada en el corazón del Valle de la Fuenfría, dentro del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, la piscina del Bosque de las Berceas se ha convertido en un destino imprescindible para quienes desean combinar un día de piscina con el aire fresco de la montaña.
Esta piscina no es como cualquier otra que puedas encontrar en la Comunidad de Madrid. Rodeada por frondosos bosques de pinos, con vistas a las montañas y el sonido relajante de la naturaleza, este espacio ofrece una experiencia que poco tiene que envidiar a los paisajes nórdicos.
La piscina de las Berceas se encuentra en el municipio de Cercedilla, un pintoresco pueblo que por sí solo ya merece una visita. Cercedilla, con su encanto serrano, ha sido durante décadas un destino favorito para los madrileños que buscan escapar del calor sofocante de la ciudad. Pero lo que realmente destaca en este municipio es su piscina natural, que ha sido diseñada para integrarse perfectamente en el entorno natural, respetando y realzando la belleza del paisaje circundante.
El Bosque de las Berceas ofrece dos piscinas de agua fresca que se llenan con el agua de los arroyos de la sierra. Estas piscinas, aunque construidas por el hombre, mantienen un carácter natural que las hace únicas. Las piedras, los árboles que las rodean y el césped que las rodea crean un ambiente de paz y serenidad que es difícil de encontrar en otros lugares.
El agua, siempre cristalina y de una temperatura refrescante, invita a sumergirse y disfrutar de un baño relajante. Y si bien la piscina es el principal atractivo, el entorno que la rodea es igualmente impresionante. Hay senderos que serpentean por el bosque, ideales para un paseo antes o después de un baño, y áreas de picnic donde se puede disfrutar de una comida al aire libre rodeado de la serenidad de la naturaleza.
El Bosque de las Berceas no solo es ideal para un día de piscina. Este espacio también ofrece una amplia gama de actividades para quienes buscan un poco más de acción. Desde rutas de senderismo que parten desde la misma área de la piscina hasta circuitos de aventura en los árboles, hay algo para todos los gustos y edades.
El parque de aventura del Bosque de las Berceas es perfecto para los más pequeños de la casa (y también para los no tan pequeños). Este parque cuenta con tirolinas, puentes colgantes y otras actividades que permiten disfrutar de la naturaleza de una manera divertida y emocionante. Además, el entorno natural del parque hace que cada actividad se sienta como una auténtica aventura en medio del bosque.
Llegar al Bosque de las Berceas es sencillo. Desde Madrid, solo se tarda unos 40 minutos en coche, lo que lo convierte en una opción perfecta para una escapada de un día. Además, el lugar cuenta con todas las comodidades necesarias para disfrutar de una jornada completa: servicios de bar, vestuarios, zonas de sombra y áreas de descanso.
El acceso al recinto es de pago, pero el precio es asequible, especialmente si se considera la calidad de las instalaciones y el entorno natural que se ofrece. Vale la pena mencionar que, debido a su popularidad, especialmente en los meses de verano, es recomendable llegar temprano para asegurarse un buen lugar y disfrutar al máximo del día.
Imágenes | Cercedilla.es
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