Los melindres es un dulce típicamente gallego que se produce en muchos pueblos pero que en la localidad coruñesa de Melide alcanza su excelencia. Los melindres son, normalmente, rosquillas muy pequeñas a las que se les da brillo y glaseado (además de acrecentar su sabor dulce) con almíbar, en el punto justo que el repostero o panadero saben.
Ingredientes: 250 gramos de harina de trigo, 6 yemas de huevo, 1 cucharada de manteca cocida de vaca, y jarabe de azúcar.
Preparación: Se amasan las yemas de huevo, la manteca (previamente diluida y fría) y la harina. Cuando la masa está bien ligada se estira, se cortan unas tiras de unos 10 centímetros y se les da forma cilíndrica. Se juntan los extremos dándoles forma de rosquillas (al medrar la masa el hueco es casi imperceptible). Se puede usar el truco de anudar una tira alrededor del dedo índice cortando lo que sobre. Se colocan en una bandeja de horno, previamente enharinada, y se dejan reposar una hora y media. Se mantiene el horno a 230 grados durante unos 20 minutos. Cuando cogen un color de castaña no muy oscuro se retiran. Se dejan enfriar y se aguarda entre uno y dos días. Se bañan con jarabe de azúcar a punto de hilo dándole vueltas hasta que comienzan a pegarse entre ellos. Se dejan secar. Pueden aguantar un mes en buenas condiciones.
Variantes: en Ponteareas se le añade un poco de grano de almendra; en Silleda se les puede echar anís o miel y en Allariz se puede sustituir la harina de trigo por almendra molida o mezclada con harina.
Vía | galespa