Un nuevo Decreto del Gobierno italiano quiere implantar algo que encontramos realmente necesario, el etiquetado del aceite de oliva virgen extra de Italia debe mostrar la verdadera procedencia de las aceitunas y de la almazara donde se ha realizado la mezcla con el fin de terminar con las falsificaciones y la competencia desleal.
No comprendemos como hasta ahora, un país como Italia del que recientemente se alababa la calidad de sus productos, tenía ese vacío legal que permitía el fraude, embotellando aceite de oliva de países como Túnez o España con el etiquetado de “Made in Italy”, y conociendo al precio que venden los italianos… Italia es el país que más aceite de oliva exporta e importa, su producción ronda las 650.000 toneladas, pero no son suficientes para cubrir la demanda nacional, así Unaprol, la asociación de productores de aceite de oliva italiano, nos desvela que sólo el 20% de aceite de oliva que comercializan como italiano procede realmente de sus olivos.
La mayoría de organizaciones agrarias están de acuerdo, saben que así protegen sus intereses, algunos hasta se frotan las manos pensando que con el nuevo proyecto de ley preparado por el ministro de Agricultura Paolo De Castro, podrán cobrar más por un producto genuinamente italiano.
Menos mal que aquí disfrutamos de gran calidad en nuestros aceites.
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