MasterChef se estrenó anoche con el que prometía ser un importante cambio de dinámica: por primera vez los jueces del concurso, formado como siempre por Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera, serán también mentores de su propio grupo de aspirantes.
Supuestamente, cada juez se ocupará de la formación y evolución de su equipo, pero de momento hemos visto lo de siempre: a los equipos -esta vez tres, no dos-, compitiendo por sacar los platos mejor y más rápido en un programa que se hace cada vez más largo. La emisión no terminó hasta la 1:50 de la madrugada, una hora de finalización inadmisible para el prime time, algo que no nos cansaremos de repetir.
Lo que no ha fallado es el buen hacer de los seleccionadores del casting, que tenían donde elegir teniendo en cuenta que se han presentado 25.000 personas.
En la primera parte del programa, los 50 aspirantes preseleccionados han tenido que realizar un plato a su elección y los jueces han ido escogiendo a los concursantes que más les gustaban.
Entre los 15 aspirantes encontramos a personajes de la talla de Josecho -un jubilado de 73 años que no para de hacer chascarrilos-, Osiris -un dominicano gigante que se define como una persona muy sensible- o Natalia -una muchacha del rural que se dedica a diseñar lápidas-. Aún no está clara cómo cocina nadie, pero ¿acaso eso importa ya en este programa?
Un homenaje a la cerveza
Los concursantes se han estrenado en su primera prueba de exteriores que se ha celebrado en el Monasterio de San Pedro de Cardeña de Burgos, que desde 902 alberga a una comunidad de monjes trapenses, una orden famosa por su maestría en la elaboración de cerveza.
La bebida ha sido la protagonista de la prueba y ha estado presente de una u otra forma en los seis platos de un menú que se ha servido a personalidades del mundillo cervecero. Los platos, además, debían maridarse con distintos tipos de cerveza. Pero, pese a que los aspirantes han recibido una pequeña clase del sumiller Juan Muñoz, no han dado una escogiendo estas.
El equipo dirigido por Samanta ha cometido varios errores graves y ni siquiera ha logrado sacar todos los platos, por lo que sus componentes han sido escogidos para enfrentarse a la eliminación directamente junto al equipo de Jordi, que lo hizo peor que de Pepe.
Natalia, la capitana del equipo ganador, ha podido escoger a un concursante de otro equipo para salvar, creando así las primeras complicidades.
Primera eliminación
En la prueba de elimación el concurso ha recibido la visita del chef Dani García, que ha aprovechado para hacer promo de su nuevo programa de cocina en TVE. El cocineero ha presentado algunos de sus bocatas gourmet de cangrejo y rabo de toro, para introducir una prueba basada, claro, en los bocadillos.
Los concursantes han tenido que elaborar cuantos bocadillos quisieran en 75 minutos, con los ingredienes a su elección. Los jueces valoraban que fueran creativos y que elaboraran su propio pan (aunque también tenían pan ya hecho disponible), para ello han recibido una masterclass del panadero Jordi Morera, que también ha aportado las masas.
Ketty, Toni, Víctor y Sofía, exaspirantes de la anterior temporada de MasterChef, han acudido al plató para probar los bocadillos de sus sucesores. Se han puesto las botas, aunque la mayoría de los concursantes han primado la cantidad sobre la calidad, presentando muchos bocadillos poco memorables.
Jeancha, cuyo nombre nunca recordaréis, ha sido el primer eliminado de la temporada, tras presentar un croque monsieur sin bechamel -vamos, un sándwich mixto-. Sin pena ni gloria.
Imágenes | RTVE