Llevamos varios años hablando de las alternativas veganas a la carne, que tratan de imitar la proteína animal por todos los medios –ya sea a base de vegetales o en laboratorio–, pero ¿qué hay del pescado?
La startup Good Catch viene a cubrir ese hueco, ofreciendo una alternativa al pescado que resulta difícilmente distinguible del real, logrando con el atún de lata lo mismo que Impossible Foods ha logrado con las hamburguesas.
Si bien es cierto que ya existían en el mercado sucedáneos veganos que imitaban a las barritas de pescado, el pulpo o el propio atún, los productos de Good Catch están años luz, no solo respecto a sus características organolépticas –según quienes lo han probado, pues todavía no se puede adquirir en España— sino también en cuanto a su aspecto. Visualmente el falso atún que comercializan no se distingue en nada a un atún de lata normal y corriente. Y el discurso de la empresa es el mismo que el de sus colegas que tratan de encontrar alternativas a la carne.
Según explica en Fast Company Chad Sarno, cofundador de la compañía, las poblaciones de peces del mundo están agotadas o sopreexplotadas, los animales están comiendo microplásticos; y las piscifactorías pueden causar contaminación y producir enfermedades.
“La gente piensa naturalmente, 'Oh, es pescado, es más saludable que los animales terrestres”, apunta Sarno. “Pero no lo están viendo desde el punto de vista ambiental de cómo debemos comenzar a preservar nuestros océanos y desbaratar las piscifactorías”.
El cofundador apunta además que, si no se come carne por motivos morales, tampoco se debería comer pescado: “Un pez tiene la misma cognición que un pollo”.
La clave está en las algas
La empresa estuvo un año tratando de recrear con vegetales la textura del atún de lata. Finalmente llegaron a una mezcla óptima de seis leguminosas –guisante, soja, garbanzo, lenteja, habas y judías– y algas, que le dan al producto su necesario sabor marino.
El perfil nutricional del producto se parece también mucho al del atún, gracias a los ácidos grasos omega 3 que aporta el aceite de alga y la proteína de las legumbres.
La compañía ofrece también sucedáneos de hamburguesas de pescado y crab cakes, pero está investigando para fabricar también una versión vegana del salmón, que es junto al atún el pescado más consumido en EEUU.
Aunque el mercado de este tipo de productos veganos es todavía limitado, los inversores tienen claro que es un segmento en auge, y la prueba está en que a Good Catch no le ha faltado el dinero. El pasado verano realizo una ronda de financiación con la que obtuvo 8,7 millones de dólares.
De momento el producto cuesta bastante más que una lata de atún –6 dólares por 94 gramos, frente a un dólar que puede costar en EEUU el atún normal–, pero la empresa asegura que el precio bajará.
En los próximos años, a base de investigación y una mayor capacidad de producción, Good Catch pretende ser tan asequible, si no más, que los productores de atún de lata convencional. “Sabrá mejor que el atún, tendrá un mejor precio, será más accesible y sabrás mejor de dónde viene”, concluye Chris Kerr, otro de los fundadores, también en Fast Company.
Imágenes | Good Catch
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