Harlem es una ciudad de los Países Bajos conocida hoy en día por haber dado nombre al popular barrio de Nueva York, fundado en 1658 por su vecino Peter Stuyvesant.
Alejada de las rutas turísticas, el municipio seguiría siendo un completo desconocido si no fuera porque, desde 2024, se convertirá en la primera ciudad del mundo en prohibir cualquier anuncio en el que se promocione la carne.
La carne ha sido incluida en un listado de productos que, se sabe, contribuyen al calentamiento global, y que no podrán anunciarse en marquesinas, autobuses, pantallas y, en definitiva, cualquier espacio público de la ciudad.
Junto a la carne, se ha prohibido anunciar vuelos y coches de combustión, entre otras cosas, pero este tipo de publicidad ya se había prohibido en otras ciudades del país como Asterdam, Leida o La Haya, donde tiene amplia representación la Izquierda Verde (GroenLinks). Harlem ha sido la primera que ha ampliado la prohibición a la carne, con el sorprendente apoyo de los cristianodemócratas, cuyo grupo municipal se ha desmarcado de la política de su partido a nivel nacional.
"La carne es igualmente dañina para el medio ambiente”, ha explicado al diario Trouw el concejal de GroenLinks en Harlem, Ziggy Klazes, que ha sido el encargado de presentar la moción. “No podemos decirle a la gente que hay una crisis climática y alentarlos a comprar productos que son parte de la causa”.+
“Las autoridades están yendo demasiado lejos”
Aunque todavía no está claro si hay algún tipo de carne que, finalmente, quedará fuera de la prohibición, la reacción del sector cárnico neerlandés no se ha hecho esperar.
“Las autoridades están yendo demasiado lejos al decirle a la gente lo que es mejor para ellos”, ha asegurado el portavoz de la patronal cárnica a Dutch News.
Aunque la moción se ha aprobado, no está del todo claro que en 2024 llegue a ejecutarse, pues hay juristas que opinan que se podría considerar una violación de la libertad de expresión. De lo que no cabe duda es de que todas las partes implicadas van a dar la batalla.
Imágenes | Michielverbeek/iStock
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