Ha sido una de las más largas disputas comerciales de la historia reciente: 17 años de conflicto que han enfrentado a Estados Unidos y la Unión Europea debido a las respectivas subvenciones a sus fabricantes de aviones Airbus y Boeing. Una guerra que, en los últimos años, han tenido como víctima colateral a la industria agroalimentaria.
Casi dos años han pasado desde que el entonces presidente de EEUU, Donald Trump, anunciara un gravamen de las importaciones de la Unión Europea por valor de 7.500 millones de dólares (6.900 millones de euros).
Desde su imposición, en octubre de 2019, un total de 113 categorías de productos españoles, que representan el 53,1% sobre el total de productos exportados a EEUU, se han visto gravados con aranceles de hasta el 25%, causando un grave perjuicio en productos tan significativos como aceite de oliva, vino, queso, aceituna de mesa, carne de porcino, zumos, procesado de pescados o bebidas espirituosas.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) había resuelto que las subvenciones al fabricante de aviones estadounidense Boeing eran ilegales y había autorizado a la UE a imponer también aranceles a los productos EEUU. Fue una importante victoria, pero lo que realmente ha cambiado las tornas ha sido la llegada de John Biden a la Presidencia de los EEUU.
En su primer viaje a Europa, Biden ha accedido a suspender los aranceles al menos durante cinco años, mientras se negocia una solución permanente a través de tratados bilaterales, a cambio de un mayor apoyo de la UE frente a China.
Alivio en la industria alimentaria
“Recibimos este acuerdo con mucho alivio”, valora en un comunicado Mauricio García de Quevedo, director general de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB). “Los alimentos y bebidas españoles han sufrido durante mucho tiempo las consecuencias de un conflicto ajeno al sector y que ha supuesto un importante retroceso para muchas empresas en favor de otros países competidores. Ahora es el momento de fortalecer nuestra posición y recuperar la presencia en un mercado imprescindible para los alimentos y bebidas como es el estadounidense”.
La Federación confía en que las exportaciones al país se vean fortalecidas tras este consenso. Estados Unidos, cuyas exportaciones en 2020 alcanzaron los 1.885 de millones de euros, es uno de los principales socios comerciales, el quinto destino de las ventas externas de la industria de alimentación y bebidas y el segundo socio comercial extracomunitario por detrás de China.
El acuerdo es positivo pero, como recuerda la FIAB, hay otros conflictos comerciales abiertos con EEUU que están lejos de resolverse. El más importante es el relativo a la aceituna negra de mesa, que desde desde el 1 de agosto de 2018 tiene unos aranceles del 35%. EEUU considera que las ayudas que recibe la aceituna de mesa negra procedentes de la PAC son ilegales y causan importantes daños al sector californiano. Y este gravamen nada tiene que ver con el conflicto que, parece, ha empezado a resolverse hoy en relación a los fabricantes de aeronaves.
Imágenes | iStock
En Directo al Paladar | La pandemia marca un antes y un después en el comercio online de alimentación (y va a ser clave en su crecimiento)
En Directo al Paladar | La industria alimentaria mira con recelo a EEUU y Reino Unido, pero confía en China para recuperarse tras la covid-19
Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com
VER Comentarios