Fisterra Bovine World estaba destinado a ser uno de los grandes acontecimientos gastronómicos de 2020.
Durante dos años y medio, la empresa cárnica Discarlux ha criado a 13 parejas de distintas razas de vacuno del mundo en una finca de Galicia. Su objetivo era producir carne de razas bovinas con morfologías diferentes, pero alimentadas y criadas bajo el sistema ganadero gallego, usando alimentación propia de la zona basada en maíz autóctono del país y pastos cercanos al mar.
Hace poco más de un mes se sacrificaron las reses. La prensa asistió a una valoración visual de las canales. Y se hablaron maravillas. Muchos asadores apalabraron lomos y chuleteros. El proyecto estaba siendo un éxito. Pero justo la semana en que se iba a probar por fin la carne, después de una pequeña presentación en el mercado de San Miguel a la que acudió Directo al Paladar, se decretó el estado de alarma.
La mitad de la carne llegó a su destino justo antes de que cerraran los restaurantes por lo que, en el mejor de los casos, permanece congelada en la cámara de estos esperando a ser servida. La otra mitad descansa en la nave que Discarlux tiene en Vallecas (Madrid), llena a rebosar de chuleteros que no hay forma de vender.
Sin restaurantes no hay negocio
“Nos ha pillado justo en el centro de la operación”, reconoce José Portas, socio de Discarlux. “Ha sido una hostia en el estómago. Las cámaras llenas, Fisterra por la mitad, no puedo sacrificar lo que queda en la finca, que son otros 80 animales que no dejan de comer…”
El cierre de la hostelería ha obligado a la empresa a firmar un ERTE de 70 personas
“Los lomos están madurando”, explica Portas. “Si esto acaba dentro de un mes o mes y medio estamos en tiempo y fecha. El resto de piezas están congeladas para cuando esto termine intentar que todo vuelva a su sitio y hacer lo que teníamos previsto que era hacer un pequeño viaje por Europa a las mesas que estaban involucradas en Fisterra y hacer un pequeño reportaje. Tenemos stock para 60 días, si lo supera es un drama, pero a todos los niveles”.
Discarlux está especializado en suministro a restaurantes. Solo entre el 10 y el 12 % de la mercancía se destina a los supermercados. El cierre de la hostelería ha obligado a la empresa a firmar un ERTE y mandar a su casa a 70 personas. “Seguimos la plantilla mínima para atender las cuatros cosas de Alcampo, Sanchez Romero, algún Makro, esas pequeñas cosas que hay, y estamos intentado crecer con la página online”, explica Portas.
La venta online es la última esperanza
Desde la declaración del estado de alarma, y viendo la que se avecinaba, Discarlux ha rebajado el precio de muchos de sus productos en su página web y, además, hace envíos gratuitos a partir de 50 euros.
Los pedidos de particulares pueden paliar la situación de empresas como Discarlux, aunque, por muchos pedidos que reciban, las compañías que dependen de la hostelería pasaran momentos muy difíciles.
Disney+ durante un año, oferta de lanzamiento
“Tenemos mucha pasta en la calle de restaurantes que no van a volver a levantar la persiana”, concluye Portas. “Ya sabemos de alguno que no van a volver a abrir, y es gente que debe dinero y no va a pagar. Va a ser duro, porque todo lo que tienes en la calle… Pero bueno. Esto es lo que hay. Qué vas hacer. Todas las conjeturas que quiera hacer la gente son muy bonitas, pero lo importante que tenemos que tener en claro es la salud. Si sales vivo de esta bien, si tu familia sale al completo es lo más bonito que te puedas llevar de este periodo. Lo demás a trabajar otra vez y a arrancar”.
Imágenes | Discarlux
En Directo al Paladar | Carne de oveja machorra madurada: el secreto mejor guardado de los pastores manchegos
En Directo al Paladar | Cómo asar la carne para que sea más tierna, trucos para que se deshaga en la boca