La ironía es parte del imaginario de los bares españoles, pero las redes sociales puede llevar el clásico “hoy no se fía, mañana sí” a límites insospechados. Lo saben bien en la cafetería Avenida 55, de Logroño, donde han convertido el troleo a sus clientes en una poderosa estrategia de marketing.
Ayer un usuario de Twitter, de nombre Pizarrín, colgaba la foto de un ticket del susodicho bar en el que aparecía un suplemento de un euro por pedir la tortilla sin cebolla. Dada la guerra fría que guardan desde hace décadas concebollistas y sincebollistas el tuit se hizo viral en cuestión de horas.
Lo que pocos sospechaban es que Pizzarín es, en realidad, el dueño del bar, Alberto Álvarez Morillas, que suele gastar este tipo de bromas a sus clientes –aunque luego no les cobre el euro–.
“La tortilla la hacemos siempre con cebolla, pero siempre hay algún rarito”, explica Álvarez. “Estamos como para renunciar a las ventas, pero por lo menos hay que vacilar. Siempre desde el cariño, pero vacilando”.
Descuento para feos
Esta pequeña cafetería familiar, situada en un local adyacente a Mercadona, ha convertido a la ironía y el vacile en seña de la casa. Haciendo incluso videoclips caseros con sus clientes. Y les ha ido de maravilla.
El nombre que gasta Álvarez viene de la pizarra que tiene en el bar, en la que suele escribir la vacilada del día. No encontrarás allí mensajes tipo “sonría, por favor”. Mr. Wonderful no es su estilo. En la pizarra, que se ve desde el Mercadona, se pueden leer cosas como: “Informamos a nuestros nuevos clientes del WC que también pueden hacer uso del servicio de cafetería”.
Pero su gran éxito, que llegó a salir en todas las televisiones nacionales, fue la fiesta del feo. “Vinieron 400 personas y se te declarabas feo te descontaban 10 céntimos y entrabas en el sorteo de una tortilla de patata, una botella de vino y una caja de cerveza”, explica Álvarez. “Hacemos la fiesta del feo una vez al año”.
Es importante destacar
Avenida 55 es ya un bar muy popular en Logroño, donde ha ganado cinco años consecutivos el premio del público a la mejor tortilla de patata (con cebolla, claro) en el concurso que organiza Degusta La Rioja.
Y Álvarez tiene claro que esto no habría sido posible sin la complicidad de los clientes, a los que se ha ganado pinchándoles un poco. “Siempre estamos haciendo estas cosas y nos ha venido muy bien al negocio”, explica el hostelero. “Hay 1.000 bares en la rioja, y esto, que somos cinco, nos ayuda a tener gente. Ha habido mucha incertidumbre y desde el humor, al menos la batalla es más divertida”.
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