Por todos es sabido que los horarios españoles son una rara avis en Europa. Mientras la mayoría de los españoles siguen en el trabajo, los escandinavos están en casa cenando y, con la excepción de Portugal, en ningún país se cena pasadas las 9 de la noche.
Resulta muy gráfico comprobar todo esto en un mapa elaborado por la cuenta de Instagram loverofgeography, donde se ve claramente como la hora de la cena se va retrasando a medida que avanzamos de norte a sur. Tiene cierta lógica: a mayor cercanía al Ecuador, más horas de luz hay en invierno, lo que permite retrasar los horarios. Pero ¿por qué España es, de largo, el país en que más tarde se cena?
Lo cierto esa que, como denuncian desde hace décadas muchas organizaciones –como la veterana Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles–, la mayor parte de España está en un huso horario que no le corresponde.
Fue el 16 de marzo de 1940, concretamente a las once de la noche, cuando España cambió de huso horario para tener oficialmente la hora continental, la de Alemania, Francia o Italia. Y no es la hora que debería tener, teniendo en cuenta que el meridiano cero pasa por mitad de la península.
Como explica Javier Jiménez en Xataka, los husos horarios no se establecieron hasta la Revolución Industrial. Pero la llegada del tren hizo que necesitáramos horarios más precisos y coordinados que evitaran los accidentes. Hasta ese momento, las horas del día se establecían localmente según el tiempo solar aparente. Se desayunaba cuando amanecía y se cenaba cuando anochecía.
Mejor cenar más pronto
Durante la pandemia, debido a las restricciones de horarios aplicadas a la hostelería, parecía que los españoles empezarían a cenar más pronto, pero no está claro que este cambio haya llegado para quedarse.
No nos vendría mal. Como nos explicaba Juan Antonio Madrid, catedrático de Fisiología y director del Laboratorio de Cronobiología de la Universidad de Murcia, todos los expertos en sueño y cronobiología coinciden en señalar que los españoles tenemos unos horarios muy retrasados, “especialmente en lo que se refiere al horario de la comida del mediodía, la cena y el inicio del sueño”.
Sin embargo, prosigue Madrid, comenzamos el día prácticamente como cualquier otro europeo: “No es que seamos en absoluto un país de perezosos. Al levantarnos a una hora normal temprana, pero retrasar los horarios de cena, se retrasa también el sueño”. Y todo esto hace que tengamos más problemas digestivos.
Imágenes | Loverofgeography/iStock
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