En febrero de este año la fiscalía de Épinal, en el este de Francia, abrió una investigación preliminar contra el primer productor de agua mineral del mundo, Nestlé Waters, que comercializa marcas muy conocidas en el Hexágono como Perrier, Vittel, Hépar, Contrex.
¿El motivo? Un informe de la Agencia Regional de Salud que apuntaba a que la multinacional podría estar utilizando tratamientos ilegales para purificar su agua mineral.
El problema no radica en que el agua presente riesgos para la salud, sino en que se estaría vendiendo como “agua mineral” un tipo de agua que debería comercializarse, en realidad, como “agua potabilizada por tratamiento”. Y es que, según la normativa europea, para que el agua pueda calificarse de “mineral natural” o “de manantial”, no deben usarse ningún tipo de dispositivos de desinfección.
Ahora una investigación liderada por el medio francés Mediapart –que en España ha publicado Infolibre– arroja más luz sobre el presunto fraude, que según el portal no tiene precedentes, tanto por su duración, más de quince años, como por su importe, de al menos 3.000 millones de euros.
Según el informe de Mediapart, la multinacional habría vendido más de 18.000 millones de botellas de agua bajo las marcas Contrex, Hépar o Vittel, cuya calidad es equivalente a la del agua del grifo. Pero a un precio casi cien veces superior.
Un fraude frecuente en el sector
La investigación de la fiscalía de Épinal, a cuyos informes a tenido acceso Mediapart, se centran en las plantas que el grupo tiene en los Vosgos, donde se embotellan las marcas Contrex, Hépar y Vittel.
Sus conclusiones son que Nestlé utilizaba tratamientos prohibidos para estas tres aguas minerales desde al menos 2005, e incluso desde 1993 en el caso de algunas, de forma continuada, debido principalmente a la frecuente contaminación bacteriana.
El uso de técnicas de potabilización en aguas que luego son comercializadas como “minerales”, no obstante, no es exclusivo de Nestlé. Varios informes anteriores de la Dirección General de Competencia, Consumo y Represión del Fraude y la Inspección General de Asuntos Sociales francesas llegaron a la conclusión de que cerca del 30% de las marcas de agua francesas vendidas como aguas “minerales naturales” utilizan tratamientos como rayos ultravioleta, filtros de carbón activo o microfiltros, que no deberían utilizarse para este tipo de aguas.
En concreto, según la investigación de la fiscalía a la que ha tenido acceso Mediapart, Nestlé lleva utilizando filtros ultravioletas desde 2010, algo que han admitido diversos directivos que han sido interrogados. La empresa ha reconocido en la investigación que “estos tratamientos se aplican desde hace varias décadas” en varias capturas de agua pertenecientes a los grupos Contrex y Hépar. Para justificar tales prácticas, la multinacional atribuye la presencia de estas derivas bacterianas “al cambio climático”, que está provocando el descenso del nivel de las capas freáticas y favoreciendo la contaminación de los lechos de las cuencas.
Según los investigadores, “la diferencia de facturación obtenida por vender estos productos como agua mineral natural en lugar de agua potabilizada por tratamiento se estima en 3.132.463.297 euros para las distintas marcas y periodos de infracción correspondientes”.
Nestlé Waters France no ha querido atender a los requerimientos de la prensa, ni ha publicado ningún comunicado oficial al respecto de la investigación, pero en declaraciones a AFP un portavoz ha asegurado que “refuta firmemente el método de cálculo de costos comunicado por Mediapart”.
Imagen | Steve Johnson
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