Un juzgado alemán concluye que matar a millones de pollitos varones nada más nacer es algo “razonable”

La aniquilación masiva de pollitos varones es una práctica habitual en los granjas que se dedican a la producción de huevos. Tras conocer su sexo, y dado que los pollitos macho no ponen huevos ni son rentables para producir carne (pues pertenecen a razas de crecimiento lento), son triturados o gaseados nada más nacer.

Se calcula que se liquidan en todo el mundo entre 4.000 y 6.000 millones de pollitos varones al año. Sus restos, eso sí, se emplean para la elaboración de piensos de otros animales, como reptiles y rapaces.

La prohibición de esta práctica, que es legal en casi todo el mundo (también en España) es una reivindicación histórica de los grupos animalistas, que habían logrado una victoria en Alemania, después de que, en 2013, el estado de Renania del Norte-Westfalia emitiera un decreto que prohibía que los criaderos mataran a los pollos. Varias granjas apelaron y desde entonces el caso se ha paseado por los tribunales.

La ley de bienestar animal de Alemania apunta que “nadie debe infligir dolor, sufrimiento o daño a un animal sin una causa razonable”, pero ¿qué es una causa razonable?

Como informa la BBC, el tribunal superior de Leipzig ha concluido que, aunque las razones económicas por sí solas no constituyen motivos “razonables", la aniquilación masiva de pollitos macho está justificada hasta que se introduzcan métodos alternativos de determinación del sexo en los huevos. Por ello ha suspendido de forma inmediata la prohibición de la práctica.

Mejor optar por el aborto

Como explica Esther Miguel en Magnet, la práctica podría tener, en cualquier caso, los días contados. Y es que hay formas más eficaces de acabar con los machos.

Dado que la composición química dentro del huevo no es la misma dependiendo de si es macho y hembra, una compañía alemana ha desarrollado una tecnología que podría determinar el sexo sólo 9 días después de que se haya fertilizado: se agujerea la cáscara del huevo con un láser y se extrae parte del líquido contenido en él para analizar las hormonas sexuales.

La empresa, Seleggt, dice que con su tecnología son capaces de identificar correctamente y a gran velocidad el sexo de los polluelos con una precisión del 99%. Los supermercados del grupo Rewe ya se han comprometido a comercializar los primeros huevos segregados por el sistema en sus supermercados berlineses con la etiqueta Respeggt, es decir, respeto y huevo. Eso sí, a un precio por unidad mayor.

Imágenes | iStock

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