Tras 19 ediciones del programa, en sus distintas versiones, a nadie engaña ya MasterChef: no es un concurso que se vea para aprender a cocinar, si no para comprobar lo mal que cocina el resto.
El jurado tiene bien ensayada la cara de póquer, y se sabe todas las tretas para poner contra las cuerdas a los concursantes, con la certeza de que en todos los programas haya algún desastre digno de chanza.
Tras siete años en pantalla, nadie se acuerda de los mejores platos del programa, pero sí de los peores: auténticos engendros que no es fácil superar.
Durante un lustro, desde la edición de 2015, el ranking de los peores platos de MasteChef tenía un claro ganador: el famoso "León come gamba". Pero ayer asistimos a un inesperado adelantamiento en el listado, cuando Saray, en pleno ataque de rabia contra el concurso, presentó a los jueces una perdiz sin desplumar. No era tan divertido como el león come gamba, pero era sin duda peor, lo que nos da pie a actualizar el ranking con los mayores desastres del programa.
1. “El pájaro muerto encima de un plato”
Pocos gestos hay más desafiantes que presentar un plato compuesto por un pájaro sin desplumar. Obviamente, no es algo que se puede comer, pero es además una declaración de guerra en toda regla. El mensaje de Saray era evidente: estaba cabreada, la iban a echar igual, y prefería irse retando a los jefes que pidiendo perdón. Más que hacer gracia da un poco de pena por el tipo de emociones que acaba sacando el programa de los concursantes.
2. “León come gamba”
El plato más legendario de la historia de MasterChef fue obra de Alberto, un estudiante de Medicina de 18 años que quiso sorprender al jurado con su creatividad desbordante y acabó presentando una patata cruda.
El vídeo de este momento televisivo acumula en YouTube 2,7 millones de visitas y hoy sigue haciendo gracia, más que por lo naif del plato, por el pobre concursante, que recuerda al pringadismo supremo de Napoleon Dynamite y es destrozado en vivo por un jurado sin piedad que califica su creación como “un insulto a la inteligencia”. Visto con perspectiva, aunque sigue haciendo un poco de gracia, también da bastante pena.
Esperemos que al menos el bueno de Alberto esté cobrando royalties por la explotación posterior que Shine Iberia ha hecho de su creación, que se sirve incluso en el restaurante de MasterChef. Suponemos que no.
3. “Chungo, chungito”
En la edición Celebriy de MasterChef, y aunque afirmen lo contario, el jurado se suele cortar un poco con los concursantes: al fin y al cabo no es lo mismo poner a parir a un desconocido que a un famosete. Y este plato que presentó Vicky Martín Berrocal debió haber sido objeto de una mayor reprimenda.
El plato, que la propia socialité calificó como “incomible”, era, en resumidas cuentas una naranja entera, con piel, cubierta de chocolate, y puesta encima de un abanico. “Es una ofensa tremenda a mi ofificio”, le dijo Jordi Cruz. En otras circunstancias habría sido directamente expulsada.
4. “Atún a la cata a ciegas”
Seguimos con los famosos. Esta vez con Ana Obregón, a la que no se le ocurrió otra cosa que mezclar atún con chocolate y una mermelada de papaya. “Está asqueroso”, reconoció ella misma, pero no tuvo reparo en asegurar que había probado cosas de Jordi Cruz que tampoco pegaban ni con cola.
De nuevo, vemos una doble vara de medir. A ver quién le dice a la actriz que su plato es una vergüenza y que se vaya a su casa con lo que debió costar traerla. Se fue enseguida de todas formas.
5. “Tarta de queso al estilo Cerezo”
El aspirante conocido como Cerezo, un soldador de 37 años del primer MasterChef, no había hecho una tarta en su vida, pero decidió que era buena idea prepararla por primera vez en televisión.
Hizo una suerte de puré de queso que, esperaba, quedara cuajada entre unas fresas. Pensaba que era “una tarta digna de MasterChef”, pero al ir a presentarla el interfecto se desparramó.
Los jueces, que estrenaban en 2013 la cara de póquer, fueron implacables. El pobre Cerezo confesó que “no había visto una tarta ni en fotografía”. Ay, Manolete…
6. “Manzana asada con espuma de gazpacho”
Mezclar una manzana asada con un gazpacho no suena a priori demasiado mal, pero si el gazpacho es una espuma que parece poliespan, y la manzana asada lleva piel y está dura la cosa cambia. Si encima coronas el engendro con un huevo poché que está como una piedra, preparate para una señora bronca.
El plato lo presentó Paloma, una abogada de 28 años, aspirante de MasterChef 5, que se llevó calificativos como “ascazo”, “es probablemente el peor plato que hemos probado” y “¿sirves esto a tu familia?” (una frase muy poco machista, por cierto).
7. “Vida”
Volvemos a MasterChef Celebrity 4, sin duda la edición con peor nivel de cocina de toda la historia del programa. A la vista estaba que los hermanos Salazar, más conocidos como Los Chunguitos, no habían cocinado en su vida, pero es que además le echaban un morro alucinante.
En el primer programa, Juan Salazar presentó una ensalada de la que no recordaba siquiera los ingredientes. Había espinacas, nueces y, también, tierra. El cantante no había ni lavado las verduras.
“Nunca he visto a nadie con un nivel tan bajo como el tuyo”, le dijo Jordi. “Ni lo verás”, le contesto el concursante. Y luego los dos se rieron. Para que luego digan que el nivel de exigencia es el mismo que en la versión de plebeyos.
8. “La bomba de sangre”
Los postres nunca han sido el fuerte de los aspirantes de MasterChef, pero “la sombra de sangre” que presentó Aniuska se lleva la palma: aunque visualmente no era tan horrible, la concursante no había cocinado un postre en su vida y el resultado fue una explosión de azúcar con leche condensada que el jurado calificó como “desastroso”. Después de esta bomba de sangre lo que necesitas es una bomba de insulina.
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