A pesar de que el país de los cantones, las cascadas y, por supuesto, el chocolate, siempre se ha caracterizado por su neutralidad ante cualquier tipo de conflicto, lo cierto es que acaba de ser testigo de una guerra abierta entre Lidl y Lindt. Y es que todos tenemos un límite, y todo parece indicar que el conejito de chocolate es un símbolo intocable para los suizos. Vamos, que con eso no se juega.
Como en toda batalla, en este caso también ha habido un ganador, que no es otro que Lindt & Sprüngli, la emblemática marca con 175 años de historia especializada en chocolatería de lujo. Tras llevar a la cadena de supermercados alemana Lidl al estrado, y acusarles de que su conejito de pascua le recordaba demasiado al suyo, ha conseguido que los tribunales le den la razón.
Pero no te vayas a creer que ha sido de un día para otro. Se han necesitado cuatro años para confirmar que ambos conejitos de chocolate tienen varios rasgos muy parecidos: el papel dorado, la postura de perfil, el cascabel y esa mirada que se te queda grabada a fuego.
Aunque para fuego el que han tenido que apagar en Lidl, ya que, aunque en un principio se mostraban tranquilos porque el tribunal local del cantón de Argovia se había posicionado a favor de la empresa alemana, al final se dictaminó que el cliente podía confundir un producto con el otro y que, por ende, existía una violación de las leyes de marcas registradas.
¿Que donde está incendio? Pues dentro del horno en el que van a ser fundidos todos los conejitos de Lidl, ya que el fallo del jurado en cuestión viene a decir que, no solo se prohibirá a Lidl venderlos en Suiza, sino que además deben fundirse los que ya estén elaborados. De esta manera, al menos podrán reutilizar ese chocolate.
Lindt Conejito de Pascua Leche 100g - Pack de 16
Así que el conejito de chocolate envuelto en papel de aluminio fabricado por Lindt debe estar celebrando ahora, no sabemos cómo, una victoria legal que se confirma justo después de que el Tribunal Supremo de Suiza dictaminara que la marca merece ser protegida contra los productos de imitación, incluido este fabricado por Lidl.
Cabe recordar, por si nunca has tenido la oportunidad de probar esta exquisitez, que el original se vende en varios tamaños y que es uno de los productos más vendidos de la marca suiza, sobre todo en Semana Santa. De hecho, Lindt aportó durante el juicio unas encuestas que venían a confirmar que el público conoce muy bien a su Gold Bunny, y es que ese sabor, esa textura y esa forma son inconfundibles.
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