Poca cocina (por no decir ninguna) hemos visto en la octava gala de Masterchef Celebrity 4 y mucho reality. Ya lo había anunciado la cadena de televisión en su web y redes sociales: esta iba a ser la noche del reencuentro entre Ana Obregón y Antonia Dell’Atte y la primera parte del programa se ha visto copada por ello.
La rivalidad entre ambas mujeres, que viene de años atrás, parece seguir latente. Entre críticas y comentarios despectivos por parte de la italiana ha transcurrido la casi primera hora del programa, algo que ha resultado muy, pero que muy, cansino.
Homenaje a las cocinas del mundo
La octava gala de Masterchef Celebrity 4 comienza con un homenaje a las cocinas del mundo. Lo hace a través de ocho chefs internacionales que dejaron sus países y se asentaron en España para dar a conocer su gastronomía: el japonés Hideki Matsuhisa, el mexicano Roberto Ruiz, el surcoreano Luke Jang, el indio Nadeem Siraj, el belga Etienne Bastaits, el peruano Omar Malpartida, el birmano Steve Anderson y la china Meilan Kao.
La prueba consiste en replicar los platos presentados por cada uno de los chefs, sin más ayuda por su parte que las instrucciones que estos les van dando desde la cabecera de sus cocinas. 60 minutos es todo el tiempo con el que cuentan para ello y el delantal negro espera al peor concursante.
La prueba transcurre entre puñaladas por parte de Antonia hace Ana, quien no se corta un pelo con sus comentarios y, en el momento de probar y valorar su plato, llega incluso a preguntar si le ha puesto o no veneno. Con o sin ello, al resto de jueces les gusta el plato y la actriz supera la primera prueba con una buena valoración.
El cocinado del resto de concursantes, excepto los de Anabel Alonso y Vicky Martín Berrocal, resultan mediocres, insípidos y poco parecidos estéticamente a los originales. Avellaneda se lleva la palma con un simulacro de plato japonés de caldo turbio y falto de sabor y se gana un pase directo a la prueba de eliminación.
Inauguración del restaurante Trocadero en Benalmádena
La localidad malagueña de Benalmádena, en la Costa del Sol, es el escenario de la prueba de exteriores. Los aspirantes se encargan de cocinar el menú de inauguración del restaurante Trocadero: ensaladilla coulant con gamba cristal, rodaballo thai con verduritas torneadas, arroz meloso de pato con aire de parmesano y, como postre, adictos al chocolates. 120 minutos para cocinar 40 raciones para un público de lo más selecto y sibarita, habitual de las fiestas más exclusivas y sofisticadas de Marbella.
El menú parecía más fácil de lo que en realidad era y los concursantes no han estado a la altura de las circunstancias. A diez minutos de llegar los comensales reinaba el caos. El primer plato no estaba ni medianamente terminado y Pepe y Jordi no han tenido más remedio que enfundarse las chaquetillas y meterse en cocina para sacar adelante el trabajo del equipo azul.
El equipo rojo, liderado por Yolanda, ha trabajado con organización y sacado su pescado en tiempo y forma. Aunque el postre ha requerido de un ligero tuneo, ha gustado mucho a los invitados. Los delantales negros han recaído en el equipo azul con Anabel, Vicky, Félix y Ana directos a la prueba de eliminación. Avellaneda, con el delantal negro desde la primera prueba, ha recibido los 4.000€ que dona a la Fundación Pequeño Deseo.
La prueba del robo para la eliminación
La estrategia de supervivencia de los concursantes con delantal blanco ha quedado clara en la prueba de eliminación. Los salvados han robado ocho ingredientes de las cestas de cada uno de sus compañeros. Para seguir una semana más en MasterChef Celebrity, los aspirantes han tenido que cocinar un plato con los diez ingredientes restantes. Han podido, además, entrar en el supermercado a por gelificantes y texturizantes.
Los chefs y hermanos Óscar y Pedro Mario Pérez, propietarios del restaurante El Ermitaño en Benavente, hacen repaso de la historia de su negocio. Destruido por un incendio y levantado de nuevo con menos recursos que aquellos con los que cuentan los concursantes en sus cestas. Consiguen así levantar los ánimos en el plató.
Félix cocina con alcachofas como ingrediente principal y presenta un plato bien resuelto a pesar de la dificultad de su cesta y sorprende a los jueces con su ingenio.
El resto de concursantes se enfrenta al cocinado de la anguila. Algunos por segunda vez en el programa, como es el caso de Anabel que cocina un guiso suculento, bien ligado y equilibrado. Otros por primera vez en su vida, como Ana Obregón, quien consigue (a duras penas) superar su aversión al bicho.
La valoración del cocinado de Vicky es muy positiva y se queda un programa más. Vemos "una Vicky nueva, que piensa, disciplinada, que hace los tiempo de cocción perfectos,..." apunta Samantha.
Quienes se la juegan en la última valoración de los jueces son Avellaneda y Ana Obregón. El primero con una "anguila a la red carpet" a la que le faltan cocción y condimentación. Y la segunda con "mi primera anguila". La actriz nunca antes había cocinado ni probado este ingrediente y la suerte del principiante no está de su parte. Su guiso es calificado de "un plato sin concepto ni base" por parte de Jordi. Un "aguachirri" insípido y mal cocido que trae consigo su segunda expulsión.
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