Ya hace años que estamos acostumbrados a ver versiones light de todo tipo de alimentos y bebidas, a los que se reduce la presencia de azúcar o grasas. Pero esta estrategia de marketing aún no había llegado al mundo de los espirituosos, en los que la reducción del alcohol nunca había sido vista como una característica especialmente deseable per se.
Pero los tiempos están cambiando. De un tiempo a esta parte, el mercado de las cervezas sin alcohol (o con el alcohol reducido) ha crecido de forma exponencial y hasta se está intentando reducir la graduación alcohólica del vino. La gente quiere beber sin beber, y las marcas están preparados para hacer (o hacer creer) que es posible lo imposible.
Pernod Ricard España, la compañía líder en el mercado de los espirituosos, acaba de presentar hoy el Beefeater y el Ballantine ́s Light, unas referencias que se presentan por primera vez en el mundo, con nuestro país como experiencia piloto.
Ambas bebidas, un whisky escocés y una ginebra, tienen una graduación alcohólica de 20º, la mitad de lo habitual, pero cuatro veces más de lo que tiene, por ejemplo, una cerveza convencional.
¿Tienes sentido un pelotazo light?
Según ha explicado Pernod Ricard en una nota de prensa, “el lanzamiento de Beefeater Light y Ballantine ́s Light supone una clara apuesta por responder a nuevas necesidades de consumo con innovación, atacando de forma directa a una tendencia en línea con el nuevo estilo de vida de los consumidores, orientados cada vez más a un consumo moderado y diurno”.
Si lo que se conoce ya en muchos lugares de España como el tardeo –esto es, trasladar las actividades propias del ocio nocturno a la tarde– era ya una tendencia consolidada, la pandemia y el consabido toque de queda no ha hecho más que acelerar el consumo vespertino de alcohol, que se realiza (al menos según una encuesta que comparte la compañía) de forma menos abusiva que en horario nocturno
“Los datos muestran cómo actualmente los clientes de bebidas buscan un consumo social más moderado, suponiendo la 'copa tranquila' de disfrute y relax un 27% de las ocasiones de consumo vs. el 18% en 2016 y aumentado la copa social en un contexto relajado, robando el espacio que deja la copa en momentos de alta energía normalmente consumida de noche, que cae 18 puntos”, explica el comunicado.
Lo que esta por ver es si ese “consumo moderado” supone un espacio para estos nuevos productos, que siguen teniendo una gran graduación alcohólica: tomarse dos copas de estas bebidas es como tomarse una convencional, pero equivaldrían a ocho cañas. Y a partir de la segunda copa light no podríamos hablar de “consumo moderado” tal como lo entienden las autoridades sanitarias.
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