La angula es uno de los pescados más apreciados en las mesas navideñas. También el más caro. Y el más polémico.
La cría de la anguila es el único alevín cuya captura está permitida por las leyes de pesca española, una circunstancia que, según la comunidad científica, ha llevado a la anguila europea (Anguilla anguilla), otrora un pez extraordinariamente abundante en Europa y el Norte de África, al borde de la extinción.
Aprovechando el Consejo de Agricultura y Pesca de la Unión Europea, más de 300 investigadores e investigadoras del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han apoyado un manifiesto demandando a las administraciones españolas y europeas el cese total de la explotación de la anguila europea, con el fin de evitar la extinción de la especie.
No ha sido escuchado. Aunque, está prohibida su pesca recreativa, las angulas y anguilas podrán seguir capturándose en 2024 durante en el pico de migración de la especie. Es una circunstancia que, los científicos insisten, va a acabar por extinguir la especie, que se encuentra ya en un estado crítico de conservación.
Por qué se necesita una veda total
Como explican los científicos en su comunicado, la anguila se encuentra en Peligro Crítico de Extinción (CR), según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Es el máximo nivel de amenaza, paso previo a la extinción.
La anguila europea está más amenazada que el águila imperial ibérica, el lince ibérico, el panda gigante o el gorila de montaña, especies cuyo pobre estado de conservación es mucho más conocido. Sin embargo, la anguila sigue pescándose, vendiéndose y comiéndose.
“El cese de la actividad comercial en torno a la anguila no asegura su recuperación, pues son diversos los factores implicados en su colapso”, alerta Miguel Clavero, investigador de la Estación Biológica de Doñana, del CSIC. “Sin embargo, seguir con este aprovechamiento sí es garantía de que esa recuperación no se producirá”.
“En el caso de la anguila, el consejo lleva más de 20 años haciendo oídos sordos a la recomendación”, señala el científico.
Desde el año 2000 la recomendación es evitar cualquier captura de anguila, o llevarlas a “valores tan próximos a cero como sea posible”. Pero tanto en 2022 como en 2023 ICES ha recomendado una veda total, que debe afectar a todas las tallas, todas las épocas, todos los hábitats y cualquier fin.
La Unión Europea sigue sin seguir las recomendaciones científicas, en parte por la presión a favor de su captura de España, que es uno de sus principales productores.
“España tiene la oportunidad de cambiar de postura y apostar por salvar a la anguila de la extinción”, declara Clavero.
El documento que ahora apoyan más de 300 investigadores señala que el objetivo de cero capturas implica también el control de la pesca ilegal (el tráfico de anguilas es el delito contra la fauna que más dinero mueve en todo el mundo) y que es imprescindible eliminar cualquier tipo de comercialización de productos de anguila.
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