En 2022, Nueva York será una ciudad libre de foie gras. Así lo ha decidido el Ayuntamiento de la ciudad, que ha prohibido su venta debido a la crueldad animal que conlleva su elaboración.
Como es sabido, el foie se produce comúnmente obligando a los patos a comer maíz mediante un tubo que se inserta en su garganta, mediante el que se les alimenta durante 20 días, antes de ser sacrificados. Esto permite que sus hígados crezcan diez veces más de lo normal y adquieran el sabor característico de este producto de alta cocina.
En una votación casi unánime (42 votos a favor y 6 en contra) el Ayuntamiento de la ciudad ha aprobado la legislación contra el foei, presentada por la concejala demócrata Carlina Rivera, que prohíbe su venta tanto en tiendas como en restaurantes a partir de 2022. Los infractores que vendan en Nueva York el producto, que se seguirá pudiendo adquirir fuera de la ciudad, se enfrentarán a multas de 2000 dólares.
Nueva York se une así al estado de California, que ya prohibió el producto en 2004, y a países como Argentina, Australia o Reino Unido, donde ya es ilegal.
“¿Qué será lo siguiente?”
La prohibición del foei gras en la Gran Manzana, es una victoria importante para el movimiento animalista, pues la ciudad es el epicentro de la escena culinaria estadounidense. “Esta es una de las prácticas más violentas y se realiza para elaborar un producto puramente de lujo”, ha insistido Rivera.
Pero, en los círculos gastronómicos, la prohibición está recibiendo muchas críticas. “Nueva York es la meca de comer en el mundo. ¿Cómo es posible que Nueva York no tenga foie gras?”, explica a The New York Times Marco Moreira, chef ejecutivo y propietario de Tocqueville, un aclamado restaurante francés cerca de Union Square, que ofrece un aperitivo de foie gras del Hudson Valley. “¿Que será lo siguiente? ¿No más ternera? ¿No más setas?”
El cocinero David Chang ha calificado la prohibición como “idiocracia”, y no ha ahorrado insultos para los políticos responsables de la medida.
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Pero en realidad, los grandes perjudicados por la nueva legislación son las granjas que producen foie en los alrededores de Nueva York, que son totalmente dependientes de los clientes adinerados que salen todas las noches a comer en Manhattan.
Hudson Valley Foie Gras, una de las más conocidas marcas que elaboran el producto cerca de la ciudad, sacrifica 800 patos al día y facturó 15 millones de dólates el año pasado solo en hígado de pato. El 30 % de su clientela es de la ciudad de Nueva York.
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