La convocatoria de elecciones generales del próximo 23 de julio, anunciada por el presidente del Gobierno tras la debacle del PSOE y Unidas Podemos en las municipales, ha obligado a los partidos a finiquitar sus programas deprisa y corriendo.
En una campaña tensa, copada (como ya es costumbre) por las tensiones territoriales, el auge de la ultraderecha y la irrupción de un nuevo actor a la izquierda del PSOE, parece mucho pedir que se hable de economía, ciencia, educación o sanidad. Y aún menos de alimentación, un asunto que solo salió a colación en el debate a cuenta del IVA y la inflación. Pero ¿acaso no comemos todos los días?
La obesidad es uno de los mayores problemas de salud a los que se enfrenta nuestra sociedad, el acceso a una alimentación de calidad preocupa cada vez más a las familias (y no digamos a los nutricionistas), y el sector agroalimentario aporta el 11 % del PIB del país.
Pero, si bien la cadena alimentaria afecta a muchos aspectos de nuestra vida, los distintos eslabones de esta se abordan de forma muy desigual en los programas electorales. Todas las formaciones tienen propuestas más o menos definidas para asuntos como la política agraria, la pesca o la caza, pero son menos los que abordan medidas concretas para luchar contra la obesidad, promover una alimentación saludable o impulsar la gastronomía como activo cultural y turístico.
Nos hemos leído a fondo los programas de los cuatro principales partidos de ámbito estatal con opciones de tener representación en la próxima legislatura y hemos repasado todas sus propuestas en materia de alimentación. Son estas.
Lucha contra la obesidad y alimentación saludable
Basta un vistazo a los programas electorales de los principales partidos para observar que las políticas encaminadas a promover una alimentación saludable interesan más a la izquierda que a la derecha. En los programas de Sumar y el PSOE se abordan estas materias en varios puntos, mientras que en los de PP y VOX el asunto solo se aborda de forma tangencial.
En su programa, el PSOE contempla el abordaje de la obesidad en la escuela –dentro de su propuesta de “educación para la salud”–, propone desarrollarlo en un nuevo Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil y promover una “alimentación saludable” con las siguientes medidas concretas:
Garantizar el acceso de todos los niños, niñas y adolescentes a comedores escolares.
Desarrollar un programa escolar de consumo de frutas, hortalizas y leche.
Impulsar el uso de tarjetas monedero alimentarias con un plan a nivel nacional para facilitar el consumo de alimentos –incluidos los no perecederos- y evitar la estigmatización de las familias en situación de vulnerabilidad
En su programa el PSOE apuesta, además, por conservar el Ministerio de Consumo, que se creó en la pasada legislatura y el PP y VOX quieren suprimir, aunque es algo que no consta directamente en ninguno de sus programas.
El partido socialista hace una apuesta por seguir “reforzando la seguridad alimentaria y concienciando de la importancia de una alimentación saludable”. En este sentido, señala que el presupuesto de la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha crecido un 21% durante estos años.
En materia de obesidad, el PP no se desmarca de la hoja de ruta aprobada en la pasada legislatura y se compromete en su programa a impulsar “el cumplimiento de las acciones que permitan llevar a la realidad las medidas que se proponen en el Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil 2022-2030”.
Al igual que el PSOE los populares prometen un “acceso efectivo” a los servicios de 0-3 años de comedor escolar, aunque no extienden esta medida al resto de niveles educativos.
Son las únicas dos medidas que propone el PP en materia de nutrición, pero son más que las que aparecen en el programa de VOX, donde ni siquiera se menta la “obesidad” ni la “alimentación”.
Sumar vierte en su programa varias de las propuestas en términos de alimentación saludable promovidas con anterioridad por IU o Podemos, a las que suma algunas de nuevo cuño. Entre las más destacables se encuentran las siguientes:
Aprobación de una normativa estatal para la mejora de la composición y la calidad nutricional de los menús en los comedores escolares, con al menos un 45% de frutas y verduras.
Reforma de la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición para “desarrollar instrumentos y políticas que garanticen el derecho a la alimentación saludable y sostenible, especialmente para la infancia y adolescencia”, lo que incluye la actualización de la Estrategia NAOS y el impulso de más competencias y medios al Observatorio de la Nutrición y de Lucha con tra la Obesidad.
Política fiscal para incentivar el consumo de alimentos saludables y sostenibles y reducir el de alimentos no saludables ni sostenibles.
Educación nutricional para todas las personas con objeto de incidir positivamente en la reducción de enfermedades, el ahorro de recursos sanitarios y el mayor bienestar de la población.
Inclusión de dietistas-nutricionistas en los sistemas públicos de salud y formación en alimentación de los profesionales de la salud.
Aprobación de una ley de regulación de la publicidad de alimentos no saludables dirigidos al público infantil.
Hay que apuntar que el programa de Sumar no incluye ninguna mención a implementar el Nutriscore –que fue promovido en el ministerio liderado por Alberto Garzón, líder de IU–, solo una promesa abierta para asegurar “un etiquetado inclusivo y accesible” que incorpore “las recomendaciones de la OMS en las políticas sobre la mejora de la calidad nutricional de alimentos y producto”. Tampoco se dice nada de promover este etiquetado en el programa del PSOE.
Solo VOX habla de este etiquetado en su programa, apuntando que ya presentó una PNL relativa a detener la implantación en España del sistema de etiquetado nutricional frontal Nutriscore y defender al sector agroalimentario español. Asimismo, pide frenar la estigmatización de alimentos “que únicamente responde a motivos ideológicos”.
Política agroalimentaria
La política agroalimentaria está presente en todos los programas, de izquierda a derecha. Es el ámbito en el que más similitudes se encuentran en PSOE, PP y Sumar; no en VOX, cuyo programa se desmarca de todo tipo de políticas medioambientales que sí contemplan el resto de partidos.
El Partido Popular dedica todo un capítulo de su programa al sistema agroalimentario y el medioambiente, donde se desmarca claramente de los postulados de la ultraderecha: “La sostenibilidad ambiental y la lucha contra el cambio climático se encuentran entre los principales retos que tenemos como sociedad. Un desafío que afecta a todos, y que debemos abordar desde todos los niveles políticos. Vamos a ser muy ambiciosos en lo que se refiere a economía circular, a la mitigación de emisiones y a la preservación de la biodiversidad, pero queremos hacerlo bajo la premisa de una transición ecológica justa, haciendo partícipes a la sociedad civil, a los agentes económicos y a las administraciones”.
En concreto, el PP propone 23 medidas en materia de política agroalimentaria, entre las que se apuesta, por ejemplo, por dotar al sector agroalimentario de “nuevos y más eficaces instrumentos” que refuercen su carácter estratégico esencial, revisar el plan estratégico de la PAC, impulsar la agricultura familiar o promover medidas de apoyo y refuerzo del sector primario, dentro del calendario de aplicación del Pacto Verde Europeo y la estrategia “De la granja a la mesa”.
En materia cinegética, el PP apuesta por una caza “sostenible” y especifica su intención de permitir la caza del lobo en las zonas en las que se prohibió su captura en 2021, una propuesta en la que coincide con VOX.
El PSOE propone un programa agrícola similar al del PP, en la medida en que ambos entroncan con la política de la UE al respecto. Al igual que el PP, el partido socialista propone fomentar la agricultura familiar y el cooperativismo agrario y propone una veintena de medidas que van del incremento de las ayudas a la renovación de maquinaria agrícola al impulso de canales cortos de comercialización de productos agrarios.
Curiosamente, hay un aspecto en el que confluyen los programas de PP y Sumar, y es el impulso de la agricultura ecológica, que no se menta en el programa del PSOE.
La coalición de partidos liderada por Yolanda Díaz aborda la política agroalimentaria en numerosos puntos de su programa, con muchas medidas relativas a la protección del medioambiente.
El programa alude, por primera vez en la política española, al impulso de la “agricultura regenerativa”, así como a la descarbonización de toda la cadena de valor. También se dedica todo un punto a parte a las políticas relativas al mundo rural, en el que se apuesta por la aprobación de una “Ley de futuro de la agricultura, la ganadería y la alimentación”, que promueva una “agricultura familiar y social”.
Aunque VOX se arroga siempre la defensa de los agricultores y ganadores, tampoco la política agroalimentaria tiene un peso específico en un programa que solo alude a que “el Gobierno saliente ha asfixiado a nuestro campo con impuestos verdes que han encarecido costes hasta hacer inviable que nuestros agricultores y ganaderos salgan adelante”.
No hay propuestas propositivas al respecto, solo se pide derogar la Ley de cambio climático, volver a legitimar el aprovechamiento por los agricultores de las aguas provenientes de lluvias torrenciales y defender a estos de la “criminalización del uso de regadíos”, un asunto para el que los programas de los otros tres partidos dedican varias páginas con propuestas concretas que no encontramos en el programa de VOX.
El partido de la ultraderecha no promueve ninguna medida novedosa en materia agroalimentaria, más allá de aplicar correctamente la Ley de cadena alimentaria y “apoyar la industria agroalimentaria nacional y la producción de las pequeñas y medianas empresas de carácter asociativo y familiar”.
Bienestar animal
En materia de “bienestar animal” encontramos las mayores diferencias a izquierda y derecha, que van de la apuesta de VOX por suprimir la nueva Dirección General de Derechos de los Animales e impulsar la tauromaquia a la batería de medidas propuestas por Sumar al respecto, en toda una página de su programa electoral.
El PP no dedica un solo punto de su programa al bienestar animal –tampoco a la tauromaquia, que ni se menta a favor o en contra–, y en el PSOE solo encontramos una referencia vaga hacía el reconocimiento de “una responsabilidad ética también hacia los seres vivos no humanos, considerados como 'seres sintientes' en nuestro ordenamiento jurídico”, pero sin ninguna propuesta concreta.
Promoción de la gastronomía
La gastronomía solo aparece de soslayo en los programas electorales del PP y el PSOE. En los de Vox y Sumar ni se nombra.
“El turismo enogastronómico va más allá del carácter complementario y ya se ha convertido en sí mismo en un importante producto turístico que pone en valor los productos de proximidad y la cultura de los territorios, avanzando con ello en sostenibilidad y en desestacionalización”, se puede leer en el programa del PSOE.
Solo el PP menta la gastronomía como parte del programa cultural, y promueve el impulso de “proyectos en red que proporcionen actividades culturales de calidad a municipios rurales y pequeños municipios, y que contribuyan a poner en valor su patrimonio histórico-artístico, así como su patrimonio gastronómico y artesanal”.
Imágenes | Gtres/Moncloa/David Cabezón (Xunta de Galicia)/Ministerio de Trabajo/Vox
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