Aunque el cocinero asturiano José Andrés es una figura de referencia en Estados Unidos por su labor humanitaria, la presencia de su ONG World Central Kitchen (WCK) no había sido necesaria hasta ahora en su país natal.
Pero la crisis provocada por el coronavirus, que presenta todo tipo de desafíos logísticos para alimentar, no solo a enfermos y sanitarios, sino también a las familias en situación de vulnerabilidad, ha animado al chef a trabajar en España.
“Para nosotros es una responsabilidad ayudar a España en uno de los momentos más complicados de su historia”, asegura en un nota de prensa el secretario general de WCK Javier García. “Está siendo uno de los países europeos más afectados por el COVID-19 y cada vez son más las personas que necesitan ayudan en esta situación, sobre todo las más vulnerables que están teniendo problemas para incluso acceder a un plato de comida diario. Con esta iniciativa queremos ayudarles y cubrir una necesidad clave. A través de World Central Kitchen y en esta primera fase junto al Grupo Arzábal, tenemos previsto elaborar miles de raciones diarias de comidas que irán creciendo a medida que se sumen más cocinas voluntarias a esta iniciativa solidaria. La idea es poder ayudar no sólo en Madrid, la Comunidad Autónoma que por ahora está siendo la más castigada por esta pandemia mundial sino al resto de la geografía española”.
La ONG empezó a trabajar el pasado viernes en las cocinas centrales que el Grupo Arzabal tiene en Madrid, pero la idea es extender la colaboración a más grupos de hostelería, para elaborar toda la comida que sea necesaria. El propio José Andrés ha asegurado en Twitter que esta semana su ONG llegará a Barcelona y Valencia.
España, mi país, mi familia... está sufriendo... por ello @WCKitchen se ha puesto en marcha para repartir miles de comidas a familias! Pero acabamos de empezar... estamos trabajando para llegar a hospitales, personas mayores y más... #ChefsForSpain 🇪🇸 pic.twitter.com/KPos14EbUm
Con la ayuda de Makro y Banco de Alimentos
World Central Kitchen es una ONG con gran experiencia logística en la provisión de alimentos durante crisis sanitarias o catástrofes de todo tipo.
Desde su fundación en 2010, tras el terremoto que arrasó Haiti, WCK ha echado una mano en todo tipo de crisis humanitarias, de los incendios de California, al caos creado tras la llegada del huracán María a Puerto Rico.
Andrés ya se había volcado en la gestión de comidas con motivo del coronavirus, proveyendo de estas a los tripulantes del Diamond Princess, el crucero que quedó aislado en cuarentena en Japón. Esto les ha permitido adquirir experiencia en cómo producir y distribuir comidas a los más necesitados en un entorno seguro y eficiente. Una experiencia indispensable en estos días.
Para su aterrizaje en España, WCK contará, además de con las cocinas y voluntarios del Grupo Arzabal, con el apoyo de la consultora Mateo&Co, el proveedor de alimentos para hotelería Makro –que ha donado todos los alimentos con los que se están elaborando las comidas– y el Banco de Alimentos de Madrid, que ayudará a distribuir las raciones a quienes más lo necesiten.
“El 70% de las más de 500 entidades con las que colaboramos y a las que entregamos alimentos para repartir a la gente más vulnerable está en una situación insostenible, no hay medios para entregar las comidas a las personas aisladas y muchas de ellas no pueden salir de casa por el riesgo de contagio”, asegura Mila Benito, directora de marketing y comunicación de Banco de Alimentos de Madrid, que ya dio la voz de alarma en Directo al Paladar.
“Los comedores sociales no pueden cocinar y dar de comer a las personas para evitar contagios”, prosigue Benito. “Este proyecto de la mano del WCK y del chef José Andrés nos ayuda a continuar con nuestra misión. Sin duda, va a ser muy importante para poder ayudar a paliar todas las necesidades actuales y contribuir a dar de comer a ese colectivo que más está sufriendo la crisis, nosotros apoyamos el proyecto a través de nuestra experiencia y conocimiento de las principales necesidades de las entidades y de las personas que reciben la ayuda y la comida, que actualmente son personas que viven una situación de pobreza extrema y que actualmente representan más de un 5% de la población en la Comunidad de Madrid”.
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