Chocorrezno. O lo que es lo mismo, torrezno de Soria con chocolate: un reclamo infalible para los turistas que han visitado este verano El Burgo de Osma, donde se fabrica el invento, y otras localidades turísticas de la provincia de Soria. ¿Cómo resistirse a esta maravilla del marketing alimentario?
En la empresa de dulces “típicos” El Beato, conocida por inventos como los Gamusinos o las, no muy beatas, Tetillas de monja, son unos maestros en la invención de dulces tradicionales. Y este nuevo producto que, aseguran, ha contado con un desarrollo de más de dos años, está atrayendo (casi) tantas colas como las administraciones de lotería, algo casi imposible de lograr en la provincia.
Por supuesto, no nos hemos podido resistir a probarlo. Así ha sido la experiencia.
Un invento (no tan) extravagante
El Chocorrezno da lo que promete: una mezcla de chocolate con leche, blanco o negro, con torrezno de Soria, que encontramos en la tableta en pequeños trozos crujientes.
Nosotros hemos probado la versión de chocolate negro, que nos parecía la más apetecible, y la experiencia ha sido satisfactoria.
El chocolate, aunque no es premium está rico, y los trozos de torrezno aportan un crujiente y una salinidad que le van de estupendamente, pero sin sabores grasos, que se retiran lo máximo posible. De hecho, me habría gustado que tuviera más presencia, pues apenas se percibe el sabor a grasa de cerdo algo que, entendemos, habría echado atrás a algunos clientes (no a mi). Para tener un 10% de torrezno, el chocolate se lo come por completo.
El invento puede parecer una extravagancia, pero el utilizar productos de cerdo en la repostería es una práctica que cuenta con una gran tradición en toda España. En esta zona de Castilla abundan las tortas de chicharrones, que no dejan de ser bollos de harina, azúcar, manteca de cerdo y, claro está, torreznos. Las de la Panadería Manrique, también en El Burgo de Osma, son un hito de la repostería nacional y, puestos a llevarse un recuerdo dulce, son mejor opción (aunque no atraigan tantas miradas).
Ni que decir tiene que este chocolate, que es todo grasa y azúcar, eleva el contador de calorías hasta límites insospechados. En concreto, nos vamos a las 570,90 kcal por 100 gramos, más que el chocolate negro o el torrezno por separado, que no suelen llegar a las 500. Aunque esto, en un prodecto bautizado como Chocorrezno, no debería ser ninguna sorpresa. Hemos venido a jugar.
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