Pasadas la 1:30 de la madrugada, la actriz Raquel Meroño ha levantado el trofeo de la quinta edición de MasterChef Celibrity. Aunque tiene un restaurante en Tarifa (Carbones 13), no había cocinado en la vida, y no entraba como ganadora en ninguna de las quinielas, pero poco a poco ha ido mejorando hasta plantarse en la final. Y ganar.
Se ha enfrentado en el duelo final con Florentino Fernández, en un programa por el que han pasado cuatro de los más grandes cocineros de España: Dabiz Muñoz, Jesús Sánchez, Ángel León y Joan Roca. De 4 de los 11 restaurantes con tres estrellas Michelin de España.
En la primera prueba de la noche los finalistas de MasterChef se han encontrado una caja misteriosa que escondía un bogavante, con el que han tenido que cocinar una receta de Dabiz Muñoz, un plato muy complejo en el que se usaban todas las partes del crustáceo, acompañado de una tortilla cremosa con queso cheddar añejo.
Los aspirantes han tenido que preparar el plato siguiendo al cocinero de DiverXO, que iba explicando la receta a un ritmo endiablado, con la excelencia a la que acostumbra. Ojalá todas las pruebas como esta, donde vemos una receta completa. No caerá esa breva.
Teniendo en cuenta que era imposible seguir a Muñoz, los concursantes han hecho lo que buenamente podían, con resultados dispares. Nadie ha logrado clavarla, pero había platos más dignos que otros. El mejor, el de Flo, que se ha ganado la primera chaquetilla de la noche, que le ha llevado directo al duelo final.
En el Cenador de Amós
En la prueba de exteriores, el concurso se ha trasladado al Cenador de Amós, el último restaurante en recibir las tres estrellas Michelin en España (que apenas ha podido disfrutar debido a la pandemia).
El chef, Jesús Sánchez, ha presentado un menú degustación completo y cada concursante debía prerar dos platos del mismo a elegir, por el orden en que quedaron en la anterior prueba, entre: albúmina de tomate, queso y anchoa; coca crujiente de sardina y ensalada de pamplinas; ensalada de bogavante, con crema de su coral y estragón; jibia de Noja ahumada y timbal de huevo; lomo de mero, mantequilla de algas y acelgas; solomillo de vaca Tudanca asado con sangre de tierra (remolacha); fruta de la pasión y helado de yogur; y, por último, una versión de la tarta San Marcos.
Los concursantes han trabajado muy concentrados, pero para algunos no ha sido suficiente. Aunque han salido todos los platos, hemos visto algún pescado crudo y elaboraciones cercenadas. Los mejores platos han sido los de Raquel Meroño y Josie pero, finalmente, los jueces han escogido a la actriz, que se ha enfrentado a Florentino en el duelo final.
Raquel vs. Florentino
Tras la habitual (y larguísima) introducción al duelo final, con los familiares y los exconcursantes, los duelistas han tenido 120 minutos para elaborar un menú libre, compuesto por entrante, plato principal y postre.
Florentino ha errado nada más comenzar la prueba. Tenía idea de hacer como plato principal un pichón con salsa de foie y parmentier de anguila ahumada y se ha dejado la patata, con lo que se ha visto obligado a improvisar. Sus otros platos han sido: de entrante, escabeche ibérico de cigala; y, de postre, espiral de higo chumbo con helado de coco.
Raquel ha escogido un menú algo más propio de la cocina fusión, con sashimi de atún con gelatina de tomate y jugo de jamón ibérico de entrante; solomillo de cerdo ibérico con esferas de coco y toques asiáticos de principal; y volcán de mango con caramelo de cacahuete de postre.
Ambos concursantes han estado muy concentrados, pues tenían los menús completamente estudiados. Menús que ni siquiera han confeccionado ellos. Flo ha contado con el asesoramiento de Toño Perez, de Atrio; y Raquel con la ayuda de Eduard Xatruch, Oriol Castro y Mateu Casaña de Disfrutar. En parte, el duelo era también entre dos formas de entender la cocina: una que bebe de la tradición (aunque con técnicas modernas) y otra más puramente vanguardista. Aunque, como comentaba Pepe Rodríguez: "A ver si te crees que por estar un día con Oriol Castro o Toño Perez vas a hacer sus menús". Y así ha sido.
El duelo se ha hecho interminable: no hemos visto apenas cómo cocinaban los aspirantes, ha sido todo un refrito de tomas falsas, making off, preguntas a la galería y los habituales momentos promocionales.
Los concursantes, aunque han ido al apurillo, no parecían haber cometido grandes errores. El veredicto, en el que han participado los chefs con tres estrellas Michelin Joan Roca y Ángel León, se ha decidido por detalles. Y ha sido extremadamente benévolo. Sorprende un poco que los jueces se pasen 12 programas metiendo una caña tremenda a los concursantes porque son unos paquetes y, de repente, los finalistas pueden cocinar a la perfección un menú "digno de cualquier restaurante importante".
Tanto Flo como Raquel han tirado de efectismo, pero la actriz ha trabajado incluso los platos en mesa, con la traca final de un postre (muy Disfrutar) en el que prendía fuego a un carbón dulce del que extraía un mango.
No hacía falta esperar a la decisión de los jueces: Raquel se había llevado tres dieces, y Florentino había cometido algunos mínimos fallos. El trofeo era de la antigua estrella de Al salir de clase, que vuelve a la televisión por la puerta grande y ha donado los 75.000 euros del premio a la ONG Mensajeros de la Paz, del padre Ángel.
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