Según hemos podido saber por el portal Atlas Obscura, cada vez son más las personas que se están volcando para mostrar su apoyo a los ucranianos que siguen en el frente cinco meses después de arrancar la guerra. Una de estas personas es Vadym Granovskiy, uno de los principales baristas y expertos en café de Ucrania.
Resulta que Granovskiy, de 43 años, se despertó la mañana del 24 de febrero con el sonido de las explosiones y no tardó en darse cuenta de que la guerra había comenzado. Se confirmaba que, después de haber estado ocho años apoyando el conflicto separatista en el este de Ucrania, Rusia estaba ahora atacando la totalidad de Ucrania. “Sabías que probablemente algo sucedería, pero esperabas, desesperadamente, que no sucediera”, recuerda.
Pasaron los días, los combates se empezaban a acercar a la ciudad de Brovary, cerca de Kyiv, y eso fue motivo más que suficiente para que Granovskiy y su esposa cogieran a su hija pequeña y se fueran directos a Polonia. Después de 4 días de viaje, Vadym optó por dejar allí a su familia, ya que se encontraban a salvo al otro lado de la frontera, y se dio media vuelta. A pesar de que no era un soldado, se sentía obligado a contribuir a la resistencia de alguna forma. "Vi cómo explotaban los tanques, vi los cadáveres", explica. "Pude ver la guerra de verdad, no en la pantalla, no en el teléfono, estaba allí”.
El café de Granovskiy, un símbolo de unidad
Hablamos de uno de los principales expertos de Ucrania en el método de elaboración "cezve", también llamado "ibrik". Así se obtiene lo que comúnmente se denomina "café turco" o "del este". La técnica en sí consiste en valerse de una pequeña olla de mango largo fabricada en cobre, que se llama "cezve", para incorporar los granos de café que luego son molidos en agua y expuestos a una fuente de calor. El resultado, como te puedes imaginar, es café fuerte y amargo que es capaz de mantenerte despierto durante un buen rato.
Pues bien, Granovskiy al principio hizo pruebas enviando el café para consumirlo en frío, pero se dio cuenta de que los soldados con los que mantenía correspondencia (a quienes había conocido mucho antes del estallido de la guerra en su café Coffee in Action) podían preparar ellos mismos café estando en el frente, así que lo siguiente fue facilitarles, de manera gratuita" los granos y todos los materiales necesarios para preparar su "cezve" bien cargado de cafeína.
Y este gesto hace sentir muy orgulloso a Granovskiy. Para él, el "cezve" es una bebida que aporta energía y aliento, dos cosas que sin duda necesitan los soldados ucranianos en estos días. “Además del lado funcional del café, hay una parte social. La gente habla cuando bebe café. Quería que los soldados tuvieran este pequeño ritual, que los uniera", explica.
Para Valeriy Siverchuk, soldado de 49 años, además de restaurador y amigo de Granovskiy, que actualmente lucha en la región de Kharkiv, el café funciona según lo previsto. "Es cierto, cuando no hay huelgas ni ataques, nos ayuda a relajarnos", señala para Atlas Obscura a través de una llamada de Zoom.
Pocas semanas después de la guerra, un amigo y colega en el mundo culinario de Ucrania, el chef Ievgen Klopotenko, de 35 años, se acercó a Granovskiy para comentar algo que le encantaba el borsch, pero que pensaba que debería haber un café fuerte que representase a Ucrania. A lo que Granovskiy respondió: "Bueno, ya hay uno, consiste en introducir cezve y espresso en una misma taza”.
Y así fue como surgió la bebida conocida como Ukrainer, que ahora Granovskiy está trabajando en la posibilidad de producir cientos de grandes ollas de cezve especiales para el ejército. También proporciona granos etíopes tostados y molidos sobre estufas portátiles o carbón. Y, obviamente, al no disponer los soldados de máquinas de espresso en el frente, se encarga él de hacerles llegar esa una mezcla de espresso para la que solo necesitan agua caliente y dejarla reposar durante dos o tres minutos antes de agregarla al cezve.
La vida de Granovskiy antes de estallar la guerra
Cabe señalar que Granovskiy resultó ser finalista en 2014 en el Campeonato Cezve/Ibrik, organizado por World Coffee Events. Y esto fue en parte porque, aunque es experto en cezve tradicional, a veces juega a darle su toque personal a esta bebida. De hecho Granovskiy, cuando quería una taza de café muy fuerte, solía prepararse una taza de café cezve a la que luego añadía un espresso doble. Por eso cuando los soldados comenzaron a pedir un café más fuerte, pensó que esta mezcla podría ser la solución.
Poco tiempo después, cuando ya se habían desplegado muchos soldados para defender Kyiv, Granovskiy comenzó a hacer paquetes de café y un puré energizante a base de cerveza fría, anacardos y plátano para dárselo a los soldados que ya había conocido personalmente. A través del boca a boca, la demanda creció rápidamente y los soldados en el frente comenzaron a pedir un café más fuerte para ayudarlos a mantenerse despiertos y a estar alerta.
Imagen de Vadym Granovskiy | Kris Parker
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