La pasta es un producto tan versátil que nos permite preparar desde platos muy sencillos y rápidos a otros más elaborados y sofisticados. En cualquier caso, para triunfar en la mesa tenemos que saber ante todo cómo cocer y servir correctamente la pasta.
La clave de una buena receta está en emplear ingredientes de primera calidad, como la confianza que nos proporciona toda la gama de pasta Barilla. Para sacarle el máximo partido y disfrutar de platos irresistibles, conviene tener en cuenta los siguientes consejos a la hora de cocinar nuestra pasta perfecta.
Preparando la cocción
Una vez hayamos escogido el tipo de pasta que queremos cocinar, tenemos que saber en primer lugar la cantidad de producto que necesitamos cocer. Generalmente se calculan entre 80 g y 100 g de pasta en seco por persona, de tal modo que 350 g alcanzarán para 4 comensales. Podemos ajustar las cantidades dependiendo de si será un plato único, si la salsa es más o menos contundente o de si vamos a acompañar la pasta de otros ingredientes.
Necesitaremos un recipiente lo suficientemente amplio como para que quepa toda la pasta y tenga espacio para circular en el agua sin pegarse entre sí, por ejemplo una olla o cazuela más o menos profunda y ancha. No hay que olvidar que la pasta crece de tamaño al hidratarse, y no conviene llenar la olla hasta más de 2/3 para que no rebose al hervir.
La cocción adecuada de la pasta
Una vez tengamos el recipiente, seguiremos la siguiente proporción: 1 litro de agua y 7 gramos de sal por cada 100 gramos de pasta seca. Una vez el agua esté hirviendo al máximo, incorporaremos la pasta al agua, removiendo durante el primer minuto para evitar que se pegue.
No es necesario ni recomendable añadir aceite al agua de cocción, ya que afectaría a la textura final y crearía un efecto impermeable en la pasta cocida, impidiendo que luego absorba bien la salsa y alargando incluso los tiempos de cocción. El tiempo de cocción depende de cada tipo de pasta, por lo que siempre hay que seguir las instrucciones del envase (por ejemplo 8 minutos en los Spaghetti Barilla), contando los minutos desde que el agua ha vuelto a hervir. La auténtica pasta italiana siempre debe cocerse al dente, en su punto.
Colar y servir
Para asegurarnos de que la pasta está lista, conviene probarla cuando se acerque el tiempo indicado de cocción: tiene que estar tierna por fuera pero ligeramente dura en su interior. Una vez apagado el fuego, hay que colar la pasta inmediatamente usando un colador o escurridor especial. No se debe poner la pasta bajo el grifo, ya que retiraría el almidón, afectando a la textura, al color y lo más importante, al sabor. Si no vamos a utilizar la pasta en el momento, lo que hemos de hacer es pasar la pasta recién escurrida a una bandeja amplia, añadir un hilo de aceite, remover y enfriar inmediatamente.
Lo ideal es tener la salsa lista para mezclar con la pasta cuando esté recién cocida para mantener todo su sabor, siempre en caliente. Dependiendo de la receta, podemos ligar pasta y salsa en una sartén al fuego (por ejemplo con la salsa Bolognese Barilla),o podemos mezclar todo en una fuente (recomendable cuando se usa una salsa pesto como el Pesto Genovese Barilla para que de esta forma la salsa no pierda color ni aroma). Hay que tener en cuenta que necesitaremos unos 100 - 125 gramos de salsa por persona en el caso de una salsa con base tomate (Bolognese, Napolitana, Basilico, Ricotta, Olive, Arrabbiata) y unos 50 gramos en el caso de las salsas Pesto (Genovese, Rosso, Siciliana).
Como consideraciones finales, es una buena idea calentar previamente los platos, ya que la pasta enfría muy rápidamente. Podemos introducirlos en el horno a temperatura media unos minutos, o podemos emplear calientaplatos para colocar encima la fuente de pasta. Por último, no puede faltar un buen queso italiano, que debe añadirse después de la salsa, y a ser posible rallado en el momento de servir.
Más información | Barilla - Recetas de cocina, pasta y salsas preparadas
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