Para cerrar el triángulo de cervezas alemanas de la Oktoberfest, hoy vamos a catar una Franziskaner Hefe-Weißbier, bastante similar a la Paulaner Hefe-Weißbier que probamos el otro día, pues ambas son cervezas de blancas de trigo elaboradas en Múnich. Hay quien defiende que una es infinitamente mejor que la otra (y a la inversa) pero están igual de buenas las dos, aunque tienen matices diferentes.
Con unos orígenes que se remontan al siglo XIV, la cerveza Franziskaner la produce el grupo Spaten-Franzikaner-Braü, fruto de la fusión en 1922 entre la Spaten-Brauerei y la Franziskaner-Leist-Bräu. En 1997 la empresa se fusionó con Löwenbräu, y más tarde, el grupo fue absorbido por Interbrew en 2003, que luego acabaría formando el gigante InBev al unirse en 2004 con AmBev.
Diseño y aspecto
Fusiones e historia a un lado, la botella de cerveza Franziskaner Hefe-Weissbier destaca por su etiqueta dorada y plateada, que en la versión importada viene rematada por un protector de papel dorado para el cuello. También es muy característico el monje franciscano de la etiqueta, al que vemos degustando felizmente una jarra de cerveza. También se vende en lata, pero en este envase pierde muchos enteros.
La cerveza Franziskaner se sirve en el tradicional vaso alto, con la base más estrecha que el cuello, diseñado para potenciar una de las características más importantes de este tipo de cervezas: el aroma. Conviene recordar que hay que servir la cerveza con el vaso inclinado 45º, dejando que ésta se deslice por el borde. Antes de servirla del todo, ponemos el vaso en vertical, agitamos la botella para mezclar el poso de levadura y acabamos de servir.
En el vaso se presenta una cerveza ambarina turbia, más blanquecina en la base que en la parte superior. La espuma es abundante, espesa y duradera, de un blanco roto.
Cata de cerveza
Al acercarnos la Franziskaner a la nariz notamos notas de fruta madura --melocotón, quizá--, así como un marcado carácter floral y cereal, que hace que nos recuerde como a pan o bollería. Es una cerveza muy aromática, así que no debemos dejar de disfrutar de su olor.
El primer trago de cerveza nos desvela una entrada intensa que comienza con el cereal para luego dejar paso a un toque amargo marcado y prolongado, pero muy bien integrado, por lo que no se acusa. Es una cerveza muy cremosa, con muy buen cuerpo, que se disfruta bien sola o acompañada de algún aperitivo como los brezels.
Franziskaner Hefe-Weißbier
Hefe-Weißbier Naturtrüb 5% Puntuación: 8
En Directo al Paladar | Paulaner Hefe-Weißbier. Cata de cerveza alemana En Directo al Paladar | Löwenbräu Original. Cata de cerveza alemana
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