Aunque en España hace mucho que se mezcla la cerveza con refresco de limón, sobre todo en épocas veraniegas, es en los últimos años cuando se han puesto de moda las cervezas Radler, que no es otra cosa que una cerveza con limón mezclada previamente.
Pese a que podríamos pensar que es un nuevo invento, lo cierto es que la Radler es un estilo de cerveza que cuenta ya con una alargada (y muy curiosa) historia.
Cuentan que fue en el año 1922 cuando Franz Xaver Kugler, propietario de un restaurante situado en la comarca de Oberhaching, al sur de Múnich, se inventó la bebida después de que apareciera en el local un enorme grupo de ciclistas y, viendo que se iba a acabar la cerveza, mezcló esta con limonada. La combinación fue un éxito y pronto empezó a conocerse como Radler, que no es otra cosa que una manera coloquial de llamar a los ciclistas en alemán.
Parece menos dulce, pero…
Lo cierto es que hay mucha gente que considera más agradable la Radler que la cerveza mezclada con refresco de limón, pues generalmente sabe algo menos dulce y tiene un punto más ácido.
En la actualidad, la mayor parte de las Radler se elaboran con una mezcla de zumos de limón, naranja, lima y acerola, a partir de concentrados y con diversos aromas, en una proporción que suele rondar el 60% de “zumo” y el 40% de cerveza. El problema, en lo que a su perfil nutricional se refiere, es que, aunque pueda saber menos dulce que la mezcla convencional de cerveza y refresco, todas las Radler llevan azúcar. Y no poca.
Aunque el perfil nutricional varía algo entre marcas, por lo general todas tienen en torno a 6 y 6,5 gramos de azúcar por 100 ml y entre 40 y 45 Kcal. Por el contrario, una cerveza especial tiene 49 Kcal, provenientes del alcohol y los carbohidratos, pero no lleva azúcar.
¿Y si seguimos mezclando la cerveza con refresco como toda la vida? Dependen de cuál tengan en tu bar el perfil nutricional de tu clara puede variar bastante. Por cada 100 ml, la Fanta de limón tiene 19 Kcal y 4,4 gramos de azúcar, el Scheweppes 27 Kcal y 6 gramos de azúcar y el Kas 47 Kcal y 11,8 gramos de azúcar.
Aunque, como se puede comprobar, son bebidas con mucha azúcar, no tienen por si solas menos que las Radler (exceptuando el Kas) y, al mezclarlas con cerveza, que no tiene azúcar, el resultado de nuestro dilema parece claro: en general, engorda más la Radler que la clara “de toda la vida”.
Por hacer una comparativa con la misma marca –la más extendida, de momento–, una caña de 20cl de Amstel Radler tiene 82 Kcal y 12,6 gramos de azúcar (prácticamente la mitad de todo el que deberías tomar al día, según la OMS, y seguro que no te tomas solo una); pero una caña de Amstel normal mezclada con Fanta, en una proporción de 50/50, tiene 59 Kcal y 4,4 gramos de azúcar.
La proporción, no obstante, varía enormemente en función del refresco que utilices. Si mezclamos la cerveza con Kas, que tiene bastante más azúcar, la caña tendrá 87 Kcal y 11,8 gramos de azúcar, unos valores, en cualquier caso, similares a los de la Radler.
La mejor opción, de largo, es optar por mezclar la cerveza con refrescos de limón sin azúcar o por gaseosa, que por lo general tampoco tiene. Así tendremos una opción mucho más saludable, con algo de alcohol, pero sin nada de azúcar.
Imágenes | iStock/Amstel/Ambar/Cruzcampo/Mahou
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