El otro día, cuando fui a comer al restaurante Galileo Club Gastronómico acompañé la comida con una cerveza Rosita, una cerveza artesana de Tarragona que ha cosechado múltiples éxitos y enamorado a chefs de la talla de Ferran Adrià, Sergi Arola o Santi Santamaria desde que se lanzara en el año 2007.
Rosita es la hija dulce y cariñosa de Cervezas La Gardenia, literal y metafóricamente, pues cuenta la leyenda que lleva el nombre de la hija de un matrimonio que emigró a Cuba debido a problemas familiares y a la quiebra de su empresa, jabones y lejía La Gardenia, y volvieron a Tarragona con una cerveza que no podía llamarse de otra manera. Además, como veremos en la cata, se trata de una cerveza que podría describirse con esos adjetivos.
Un poco de historia
Más allá de la leyenda, cervezas La Gardenia se fundó en el año 2007, fruto de la pasión de sus dos socios fundadores, José Luis Pérez y Ramón Ollé, que decidieron montar su micro-cervecera con las ganancias de su consultoría de ingeniería.
El éxito de su producto original fue tal que la primera tirada de 25.000 botellas se agotó en solo unos días. Hoy en día se comercializa en todo el país, tanto en tiendas como restaurantes, y se exporta a lugares tan lejanos como Australia, Finlandia o Japón. Además, han ampliado su catálogo, añadiendo Rosita Negra y Rosita D'ivori (marfil, una cerveza de trigo) a la Rosita original.
Diseño y aspecto
Sin duda, lo que más llama la atención de la etiqueta de Rosita, además de las legras verdes sobre el fondo amarillo, es la silueta en negro de una atractiva señorita sosteniendo una hoja de cebada. Una etiqueta sencilla, sin grandes alardes, pero realmente cautivadora.
De color ámbar pálido y ligera turbieza debido a la segunda fermentación en botella, Rosita presenta un carbónico fino y elegante que da lugar a una espuma blanca y compacta, aunque no muy abundante.
Cata de cerveza
En nariz es afrutada, con notas de cereal, plátano y manzana madura, así como un punto a melaza o miel tostada. En boca tiene un paso cremoso y fresco, intensificando las notas del grano tostado, la miel y la fruta madura, y el postgusto es ligeramente amargo y balsámico, dejando una sensación de limpieza y frescor.
Aunque ya la conocía, era la primera vez que probaba Rosita, y la verdad es que me ha gustado mucho, es fresca y ligeramente melosa (no en vano encontramos miel entre los ingredientes), pero sin resultar pesada en absoluto, sino más bien todo lo contrario. Repetiré.
Cerveza Rosita Original
Cerveza rubia artesanal 5,5% vol Puntuación: 8,5
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