Cocinar en Crock-Pot es sencillo, de hecho, es muy sencillo. Sólo debemos tener en cuenta ciertas normas y trucos para que los platos que salgan de nuestra olla de cocción lenta tengan el éxito asegurado. Toma buena nota de los siguientes trucos porque no todos aparecen en el manual de instrucciones, ya que hay cosas que solo se aprenden con la experiencia. Aquí contamos consejos que te ayudarán a sacar el máximo rendimiento en la cocina a la técnica del slow cooking, para novatos o avanzados.
1. Usa el tamaño adecuado.
Si estás pensando en comprar una Crock-Pot lo primero que debes valorar a la hora de realizar tu elección es el tamaño. Como cualquier otra olla hay distintos tamaños. Si es tu primera Crock-Pot el mejor de los consejos es que la compres en función del número de personas para el que vayas a cocinar. Más adelante puedes adquirir un tamaño más pequeño, en el que hacer mermeladas, la foundé de queso o chocolate, o uno mayor en el que cocinar un pavo pequeño asado o piezas grandes de carne.
2.- La regla de oro: no levantes la tapa.
Olvídate de levantar la tapa cada 15 minutos y probar el punto de sal. El gran secreto (que no es secreto) del éxito del slow cooking es el cocinado a bajas temperaturas durante largos tiempos, por lo que si levantamos la tapa, la olla y su contenido tienen que volver a coger la temperatura que tenían. Resiste al impulso y NO LEVANTES LA TAPA!. Si quieres comprobar el punto de cocción o rectificar de sal, puedes hacerlo en los últimos 45 minutos del cocinado, ya que el grueso del trabajo estará hecho.
3.- No llenes demasiado tu Slow cooker.
Si seguimos la regla de oro de no levantar la tapa de la Crock-Pot no se evaporarán los líquidos, por lo que las recetas no necesitan tanto líquido como si las hiciéramos en una olla convencional. Reduce líquidos y nunca llenes más de 2/3 partes la olla de cocción lenta, así evitaremos que rebosen durante la cocción.
4.- Si hay demasiado líquido...rompe la regla de oro.
Si a pesar del consejo anterior ves que tu receta tiene un exceso de líquido, puedes quitar la tapa durante los últimos 30 minutos del cocinado, así se reducirán.
5.- Precalienta la Crock-Pot.
Lo mismo que precalentamos el horno antes de meter la comida dentro de él, hay platos que necesitan precalentamiento, lo que nos ahorrará cierto tiempo de cocción. Estudia bien cada receta y no te saltes ese paso.
6.- Los ingredientes: a temperatura ambiente.
Muy unido al truco anterior. ¿Para qué hacer que nuestra Crock-Pot realice un trabajo extra? Si tenemos los ingredientes a temperatura ambiente nos adecuaremos a los tiempos recomendados. Tener los ingredientes fríos de la nevera o congelados hará que cueste más tiempo cocinar tu receta.
7- Un gran amigo: el temporizador.
En el mercado encontramos dos tipos de ollas de cocción lenta: con temporizador y sin temporizador. Si tu Crock-Pot no tiene temporizador adquirir uno externo es una gran idea. El temporizador nos permitirá cocinar por la noche mientras dormimos o en nuestra ausencia, encendiendo y apagando la Slow Cooker a la hora deseada.
8.- Sella las carnes y no dejes nada en la sartén.
Si queremos aportar un sabor más intenso a nuestras carnes es una gran idea sellarlas primero en una sartén. No te olvides de esos restos que quedan pegados, desglasa con un poquito de vino, o incluso agua y añádelos a la receta.
9.- Lácteos y pasta...al final.
No es conveniente añadir los lácteos como leche y yogur al principio de la cocción, ya que las altas temperaturas durante tiempos tan prolongados provocarán que se corten, por eso es un buen consejo añadirlos en los últimos 15 minutos del cocinado. Lo mismo nos ocurre con la pasta, la mejor manera de que quede en su punto es incorporándola al final de la cocción.
10.- Hierbas secas al principio, frescas...al final.
Las hierbas aromáticas frescas durante los largos tiempos que requiere el slow cooking se vuelven marrones, por eso un buen truco es añadir hierbas secas al principio del cocinado y las frescas en los últimos minutos.
11.- Termina los platos después de la cocción.
Vale que la Crock-Pot es nuestra gran aliada en la cocina, pero ciertos platos necesitan un toque final: añadir una chispa picante o ácida a nuestra receta puede ser una gran idea. Dorar las carnes y aves en el grill del horno es el remate perfecto.
12.- Una vez cocinada hay que guardar correctamente.
Si no vamos a disfrutar de la comida una vez que ha terminado el cocinado en la Crock-Pot, debemos cambiar de recipiente, dejar enfriar y refrigerar, así evitaremos que las bacterias encuentren un nuevo hogar.
Estos trucos te serán de utilidad para sacar el máximo rendimiento a tu Crock-Pot. Si conoces algún otro truco para cocinar en la olla de cocción lenta, puedes dejarnos un comentario y engrosar la lista.
Fotos: Crock-Pot España, Robynmac, JJPaden, Karandaev, Highwaystarz Photography, Arijuhani, Merc67, Cookelma, JoeEblanger