Se acerca diciembre y, con la llegada de las fiestas, buscamos ideas para cocinar. Es un mes donde ocurren numerosos encuentros con amigos en restaurantes y las típicas comidas de empresa, pero también hacemos reuniones en casa e incluso puede que toque organizar algunas de las cenas importantes como Nochebuena o Nochevieja.
Por ello lo ideal es elaborar recetas que le gusten a todos y que no sean tan complicadas para poder realizar otras tareas que surgen en estas fechas (compras, reuniones, visitas, etc.). Lógicamente en el menú la carne no puede faltar, ya sea blanca o roja, y en momentos como este, en los que es tan importante lograr platos que sorprendan por su sabor, es donde la cocción a fuego lento puede ser un recurso determinante para lograr sabores deliciosos. Para ponerlo en práctica, la herramienta ideal en tu cocina será una olla Crock-Pot.
La ternura de una carne hecha durante horas
El resultado de poner a cocinar una carne durante horas a fuego lento tiene unas cuantas ventajas frente a otros tipos de técnicas de cocción. La pieza se maltrata mucho menos, los tejidos se van gelatinizando a medida que transcurre el tiempo hasta terminar en una textura melosa, los jugos van saliendo del interior de la pieza y se extienden por todo el trozo dando más gusto a la carne y al resto de ingredientes que la acompañan. El resultado: unos sabores como los que se hacían antes en los fogones de nuestras abuelas.
Además, las propiedades de la carne como las vitaminas y algunos nutrientes, se conservan mejor a baja temperatura, y los condimentos y especias añadidos penetran más. En resumen, con la cocción a fuego lento, las texturas y los sabores mejoran sustancialmente sin quemar los ingredientes, y lo más importante para estas fechas: es una apuesta segura que le encantará a todos.
No obstante, para evitar el trabajo de incluir una carne como segundo plato y pasar horas en la cocina cortando, preparando y guisando, una ayuda muy útil es el empleo de una olla de cocción lenta. Una de las mayores ventajas de este utensilio es que, debido a su temporizador, permite establecer los tiempos de cocción, con lo cual solo habrá que cortar los ingredientes, poner en el recipiente y listo. Tendrás tiempo libre para realizar otras elaboraciones mientras la olla guisa sola.
Carnes navideñas a fuego lento
Da igual si es cerdo, ternera o cordero; incluso si es una pieza de primera o de segunda calidad, la ventaja de esta forma de cocinar es que el slow cooker como la Crock-Pot enternece cualquier textura si se establecen los tiempos correctos, lo que garantiza el éxito de la receta aún sin ser un experto en cocina.
Se debe tomar en cuenta que hablamos de una cocción larga, con lo cual las carnes tiernas, esas consideradas de primera calidad, necesitan menos tiempo de cocción para evitarse disgustos finales. En estos casos, lo mejor es controlar la elaboración probando la textura y cuidando la temperatura interna de la carne para que no se cocine demasiado, de esta forma el resultado será un delicioso estofado o guiso que sorprenderá en cualquier cena navideña.
Las carnes más duras en cambio, son perfectas para el fuego lento –y más económicas también- ya que al presentar más grasas y tejidos, después de estar al fuego durante horas, se obtendrá una textura suave y muy tierna que se deshace en la boca, además de que, como ya hemos señalado, dejan tiempo para olvidarse de la cocina en los casos en los que se emplee una olla de cocción lenta junto con un temporizador de enchufe que permita programar la cocción en diferido.
Dependiendo del menú elegido, se puede elaborar una pieza asada muy típica en estas fechas como pavo, cordero o roast beef; o un estofado al vino tinto, con setas y trufa o tomate natural, o un guiso de carne magra o de menos calidad. Lo importante es saber cuál es el tipo de carne que se está comprando para poder determinar con tino los tiempos de cocción.
Las ventajas de usar una olla Crock-Pot
Con una olla de cocción lenta se pueden realizar múltiples recetas de carne -y muchas otras preparaciones- estas navidades.
Si no la conoces, esta herramienta es un recipiente o carcasa conectada a la luz eléctrica que expande su calor al interior, donde está una olla extraíble en la que se cocinan a fuego lento los ingredientes que decidas hacer.
Una de sus mayores virtudes es cocinar, con tiempos controlables mediante el temporizador, los ingredientes durante horas como lo hacían nuestras abuelas, preparando recetas que recuerdan a esos sabores de antes.
La otra gran virtud de las ollas Crock-Pot es el tiempo libre que deja mientras ella cocina para poder realizar otras tareas con total seguridad, una característica ideal en esta época de tantas actividades.
Cocinar esos guisos que requieren tiempo en una olla de cocción lenta significa un éxito seguro y tiempo libre para disfrutar mejor las reuniones en casa con gente querida. Será un gusto gastronómico para todos.
Y si aún no estás convencido de las virtudes de la cocción a fuego lento, esta semana tienes oportunidad de probar las tapas más exquisitas en la II Edición Ruta de la Tapa Crock-Pot & Oster. Aquí tienes los detalles:
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