Cuando comenzamos a cocinar en nuestra Crock-Pot lo solemos hacer con recetas saladas, legumbres y guisos suelen ser las primeras pruebas porque también son las recetas más fáciles y con mejores resultados en nuestra olla de cocción lenta. Una vez que nos hemos estrenado, el siguiente paso es lanzarnos a por las recetas dulces, que quedan tanto o más espectaculares que las recetas saladas.
Eso sí, debemos seguir respetando la máxima de la repostería: no improvisar. Todos sabemos que en la cocina salada coger los botes de especias, añadir esto o lo otro puede dar muy buenos resultados. Y todos sabemos que eso mismo no debemos hacerlo en la repostería, ya que podemos obtener estrepitosos fracasos. Ajustarnos a las cantidades y a la receta será la mejor de nuestras garantías para obtener fabulosos postres en nuestra slow cooker.
1.- Las mermeladas
Una gran idea es preparar ricas mermeladas de frutas con las que desayunar, acompañar de yogures, rellenar tartas o coronar cheesecake. Aprovechar las frutas de temporada para hacer acopio de mermeladas es como la cocción a baja temperatura, una técnica muy antigua de cocinado y ahorro.
2.- Los puddings
Otra receta de aprovechamiento que encuentra un buen aliado en nuestra Crock-Pot son los puddings. Reciclar el pan duro, las magdalenas, restos del roscón de Reyes y reconvertirlos en un rico pudding: de chocolate, con frutas escarchadas o frutos secos...obtendremos un maravilloso pudding para el postre.
3.- Los bizcochos
Efectivamente, podemos hacer deliciosos bizcochos en nuestra olla de cocción lenta. Sólo hay que tener en cuenta una serie de indicaciones:
- Precalentar la Crock-Pot. Lo mismo que no metemos un bizcocho a un horno frío, no debemos introducir nuestro bizcocho en la slow cooker fría. Aprovecha mientras mezclas los ingredientes y precalienta la olla de cocción lenta un mínimo de 30 minutos.
- Debemos asegurarnos que el molde cabe en nuestra Crock-Pot. Otra opción es engrasar con un poquito de aceite o spray desmoldante la base y paredes de la olla de cocción lenta, incluso sería aconsajable poner en la base papel de hornear. Y decimos que sólo en la base para que no se nos arrugue el papel en los laterales y salga un bizcocho uniforme.
- Una vez que hemos introducido el bizcocho en nuestra slow cooker es aconsejable poner un trapo entre la olla y la tapa, de esta manera el agua de condensación subirá a la parte de arriba y al bajar quedará retenida en el trapo y no humedecerá nuestros bizcochos.
4.- Los arroces dulces
Sí, la Crock-Pot ama los arroces dulces y la mejor manera que tiene de demostrarlo es con el tradicional arroz con leche de la cocina española. El cocinado a baja temperatura durante horas le aporta una gran intensidad de sabor. Aquí sí que nos atrevemos y os animamos a experimentar: añade chocolate, café y crea nuevas versiones de este postre tan tradicional.
6.- Las cremas y yogures
En todas sus vertientes y variedades. Podemos preparar deliciosos yogures caseros. Idear, diseñar y cocinar yogures de sabores originales nunca fue tan fácil: de tarta de manzana, tarta de queso...o poner en la base esa mermelada casera que os hemos mencionado más arriba y preparar nuestro propio yogur con mermelada.
Cocinar natillas, crema catalana, crème brûlée o flanes, tradicionales o de sabores: chocolate, turrón, café...
7.- Las frutas
Al principio os mencionábamos que la forma más antigua de aprovechamiento del excedente de fruta son las mermeladas, pero con ellas también podemos preparar otros ricos postres en las que serán las protagonistas exclusivas, como por ejemplo las tradicionales peras al vino, el melocotón en almíbar o las manzanas asadas. Su cocinado en la olla de cocción lenta hará de nuevo sacar el máximo rendimiento al sabor e intensidad de sus ingredientes.
Con nuestra Crock-Pot podemos preparar deliciosos postres y nos permite versionar las recetas más tradicionales de la gastronomía con nuevos y sorprendentes sabores.
Fotos: Unsplash Sharon Chen, Crock-Pot España, Directo al Paladar, Margaouillaphotos, Valentino Cazzanti, Jreika, RondaKimbrow