Aunque generalmente nos referimos a él como verdura u hortaliza, el tomate es un fruto. Originario de América del Sur, el tomate se extendió a todo el mundo después de la colonización española de América y hoy en día se cultiva en muchos países del mundo. El tomate es un alimento muy versátil y rico desde el punto de vista culinario, pero también nutricional.
Existen infinidad de variedades de tomate, todas ellas poseedoras de grandes propiedades nutritivas. Consumirlos con regularidad permite recibir infinidad de beneficios entre los que vamos a destacar los principales en este repaso de las cinco propiedades saludables del tomate (que te interesa conocer).
Las propiedades saludables de comer tomate
1. Bajo en grasas
El tomate se encuentra entre los alimentos bajos en calorías, ya que una pieza de tamaño mediano aporta alrededor de unas 40 calorías. Su elevado contenido de agua, por encima del 90%, lo convierte en un alimento muy válido en las dietas de control de peso y de adelgazamiento.
2. Diurético y depurativo
El fruto de la tomatera es también poseedor de gran cantidad de minerales, entre los que destacan el potasio, magnesio, sodio y fósforo, así como el hierro, calcio, cinc y cobre. Es considerado un alimento con efecto diurético y, por tanto, beneficioso para la eliminación de un exceso de líquidos y de toxinas, lo que beneficia a quienes padecen retención de líquidos, hipertensión, hiperuricemia y gota.
3. Potencia las defensas
El tomate es rico en carotenoides a los que se otorgan efectos beneficiosos sobre el sistema inmunológico. El licopeno, uno de ellos, es el pigmento natural responsable del color rojo de este alimento. Antioxidante por excelencia, previene el daño celular al neutralizar los radicales libres que se generan en procesos oxidativos. También contribuyen a aliviar enfermedades carenciales y situaciones patológicas.
4. Previene enfermedades
Además de lo anterior, el tomate es también rico en vitamina C (una pieza puede aportar 40% del requerimiento diario de este potente antioxidante), vitamina A (esencial para la vista) y vitamina E. Todas ellas actúan de forma beneficiosa sobre el sistema inmunológico del cuerpo humano y protegen al organismo gracias a la reducción del efecto nocivo de los radicales libres.
5. Regula la función intestinal
Por su alto contenido en fibra, el tomate cuenta con propiedades laxantes y previene (o mejora) el estreñimiento. Contribuye a reducir el colesterol en sangre y al buen control de la glucemia en las personas que tienen diabetes. Además, produce sensación de saciedad, algo maravilloso para quienes están a dieta. Todo ello contribuye a reducir el riesgo de enfermedades gastrointestinales como, por ejemplo, el cáncer de intestino grueso.
Por todas estas propiedades, el tomate es perfecto para el cuidado de la salud, pero no podemos obviar que lo es también en la cocina. Incorporarlo en nuestros platos es tarea bien sencilla. El tomate es un ingrediente fundamental en las cocinas de todo el mundo y un aliado a la hora de mejorar el sabor de nuestras recetas.
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