Pensamos que todavía es pronto para preocuparnos de las fiestas, pero la Navidad está a la vuelta de la esquina, y si te toca ser anfitrión de alguna de las grandes comidas de las fiestas hay tareas que puedes hacer con antelación.
Puede parecer precipitado empezar ya a cocinar para Navidad, pero nada más lejos de la realidad: además de la planificación, hay ciertas compras y preparaciones que te liberarán de mucho tiempo los días previos a las fiestas.
En estos días el congelador es tu principal aliado, así que procura que tenga suficiente espacio para acoger las viandas navideñas. Y, ahora, manos a la obra.
1. Piensa en quién viene a comer a casa
No podemos empezar la casa por el tejado. Antes de comprar o cocinar nada tenemos que saber quién viene a comer. Estos días comienzan las típicas llamadas sobre el lugar en el que se celebrará este año cada comida, si vendrá o no el cuñado, o la tía del pueblo.
Pide a tu familia que se de vida y te diga quién viene a comer y, pregunta, claro, si tendrás en la mesa algún alérgico o vegetariano, pues siempre puedes pensar algunos platos para ellos. No hace falta que diseñes cuatro menús distintos, pero las personas que sigan dietas especiales agradecerán enormemente que pienses en ellas.
No va a haber problema si hay alguna incorporación de última hora, pero está bien saber si sois aproximadamente 10, 15 o 20.
Si es la primera vez que organizas la comida de Navidad, deberías tener algunas cosas en cuenta, que quizás no te hayas planteado.
2. Planifica el menú
Una vez que sepas quién viene a comer –incluidos cuántos peques para hacer recetas de Navidad para niños y personas con dietas especiales hay– es hora de planificar el menú. Esa es nuestra especialidad, así que déjate aconsejar por los mejores. Aquí tienes miles de ideas para recetas de aperitivos, las infalibles cremas, todo tipo de recetas de carnes, sin olvidar las recetas de pescado y el dulce, que recomendamos elegir entre nuestros postres fáciles y rápidos. También tenemos ideas para cocinar recetas de Thermomix para Navidad o en incluso en CrockPot, y no nos olvidamos de los menús para celiacos o intolerantes a la lactosa ni de las recetas de una Navidad vegana.
3. Compra con antelación los productos más caros
Hablábamos hace unos días de que este es el momento ideal para comprar marisco y congelarlo. Este es el producto que más sube de precio y más vale la pena comprar con antelación, pero no es ni de lejos el único.
Exceptuando la merluza, cuya textura cambia ligeramente al congelarla, el resto de los pescados más típicos de la Navidad, como el besugo, el rape, el atún, la lubina o el rodaballo, pueden congelarse sin problemas, y son más baratos ahora que cuando se acercan las fiestas.
Idem ocurre con la carne, cuyo precio puede aumentar hasta un 20 % de aquí a los días previos a Navidad. Es este un buen momento para comprar un solomillo entero, una paletilla de cordero o un pavo: solo hay que congelarlo bien tapado y descongelarlo en la nevera.
Por supuesto, se pueden comprar también con antelación todo tipo de embutidos, latas y dulces. Aunque en este caso el precio no cambia, siempre puedes adquirirlos ya para reducir las compras de última hora. Solo trata de no comértelos antes.
4. Cocina masas, caldos, salsas y fritos para congelar
Este es en realidad el punto más importante, y el que más tiempo te va a ahorrar los días de Navidad. Numerosas recetas requieren para su correcta preparación de caldos, masas o a salsas que puedes preparar ya y congelar sin problemas para utilizarlos.
Entre los básicos se encuentran el caldo de pescado, el clásico caldo de pollo y el intenso caldo de carne, necesarios para hacer recetas tan tradicionales como el bisqué de carabineros, la catalana sopa de galets o la clásica sopa de pescado más clásica. También se puede preparar con antelación y congelar sin problemas el clásico consomé navideño.
La misma regla aplica a la mayoría de las salsas, como la salsa española, la estupenda para carnes salsa de Oporto, o la siempre socorrida bechamel. Lo único que es mejor no preparar con antelación es la mayonesa y derivados como la salsa rosa, que tienen demasiado aceite y pierden cualidades.
Otro elemento laborioso que se puede congelar sin ningún problema son las masas –como la de hojaldre, la masa brick o la filo–, fundamentales para muchos aperitivos y recetas clásicas como el solomillo Wellington. También se puede congelar con antelación cualquier masa de recetas de galletas e incluso las galletas ya horneadas.
Por último, también se puede preparar ya para congelar muchos de los aperitivos que planees servir fritos, que no requieren siquiera descongelarse. Es el caso, claro, de las croquetas, que se pueden elaborar ya, pero también de unos triángulos de queso camembert o unos mejillones tigre.
5. Prepara la bodega
Los vinos no cambian de precio de aquí a Navidad, pero si se pueden agotar los caldos más demandados por su relación calidad-precio. Todavía cuentas con margen, además, para comprar vinos por internet, donde encontrarás una gran variedad de vinos y numerosas ofertas por cajas que te permitirán ahorrar bastante dinero.
Como siempre, os animamos a ser originales con el vino: la Navidad es un buen momento para explorar denominaciones de origen más allá de las típicas y proponer maridajes con los distintos platos. Si se planifica con antelación, se puede salir sin gastar más del mítico blanco para los entrantes, tinto para los segundos, y plantear unas comidas más interesantes y divertidas.
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