Durante los últimos 18 meses Shawn Baker se ha comido casi dos kilos de ternera al día. “Puede ser monótono comer lo mismo una y otra vez, pero a medida que pasa el tiempo empiezas a desearlo”, explica en una entrevista a The Guardian este cirujano ortopédico de California que se declara adepto a la “dieta carnívora”.
Esta dieta extrema, como su nombre indica, implica comer exclusivamente productos animales como carne, casquería y huevos y abandonar totalmente cualquier alimento de origen vegetal. El régimen se está haciendo popular en California –dónde si no– y sus defensores aseguran que reduce la inflamación y la presión arterial al tiempo que aumenta la libido y la claridad mental.
Baker, que se autodenomina el “Rey Carnívoro”, tiene más de 30.000 seguidores en su Instagram, plagado de filetes y bromas sobre veganos, y asegura que su dieta además de saludable –una afirmación cuanto menos dudosa– es sencilla de seguir porque no tiene que planificar comidas o contar calorías. “Solo tengo que pensar cuánta hambre tengo y cuántos filetes quiero comer”, apunta.
Otra moda esotérica de Silicon Valley
La dieta carnívora está ganando adeptos en la creciente comunidad de las criptomonedas, donde existe un subgrupo de entusiastas que considera que la dieta carnívora debe ser parte de una nueva forma de vivir, más parecida a la de nuestros ancestros (o, más bien, los ancestros que ellos imaginan).
Michael Goldstein, fundador del Instituto Satoshi Nakamoto, inversor en criptomonedas y carnívoro asegura que se zampa un kilo de ribeye steak “muy raro” al día, lo que le cuesta 400 euros al mes, y asegura no tener antojos por ninguna otra comida, pues su cerebro ni siquiera considera otras opciones como tal. Esto además, apunta, es muy útil, dado que no tiene que pensar en ningún momento en hacer la compra o cocinar. “Básicamente, es el truco de productividad más grande, y Silicon Valley debería haberme escuchado mientras estuve allí ", apunta Goldstein, que ahora vive en Austin (Texas).
Eat meat. Lift weights. Hodl bitcoins.
— Michael Goldstein (@bitstein) 11 de junio de 2017
Para estos criptocarnívoros, el dinero moderno y las comidas modernas son artificiales, y optar por usar bitcoins y comer solo carne resuelve este problema. “El siglo XX fue desastroso para la salud y la riqueza humana, y el aumento de la banca central y la comida industrial fue claramente una de las principales razones”, asegura Goldsteina a Motherboard. “El bitcoin es una rebelión contra el dinero fiduciario, y una dieta carnívora es una rebelión contra la comida fiduciaria".
“Las personas que te dicen que comas tus seis o diez porciones de granos tóxicos indigeribles al día para tener una dieta sana y equilibrada son el mismo tipo de personas que te dicen que los bancos centrales deben determinar las tasas de interés para que funcione una economía moderna”, explica también al medio estadounidense Saifedean Ammous, profesor de economía en la Universidad libanesa de Estados Unidos y prominente criptocarnívoro. “Puedes elegir escucharlos y ver desaparecer tu riqueza y salud, o puedes pensar por ti mismo”.
Seis hamburguesas para comer
Travis Statham, un ingeniero de software con sede en Nueva York que administra varias comunidades de “carnivoros”, reconoce a The Guardian que a veces se zampa cuatro o seis hamburguesas de cuarto de libra en el McDonald's para comer. Y desde luego no es algo que le provoque ningún tipo de conflicto moral.
En opinión de Statham, los veganos preocupados por el sacrificio de las vacas no piensan en el “monocultivo de máquinas gigantes que matan ratones y otros animales” en los campos utilizados para cultivar, el desplazamiento de animales salvajes que solían ocupar tierras agrícolas, o la fumigación con herbicidas y pesticidas.
Ni que decir tiene (pero vamos a decirlo) que se trata de una dieta que ningún nutricionista recomendaría y puede ser muy peligrosa. “¿Son Tiranosaurius Rex, leones africanos o humanos?”, bromea en The Guardian Christopher Gardner, profesor de medicina de la Universidad de Stanford. “Asumiendo que son humanos esto es desastroso en múltiples niveles”.
La falta de fibra dietética en una dieta compuesta exclusivamente por carne puede provocar estragos en la flora intestinal, que, a falta de esta, consumirán el revestimiento mucoso protector del intestino, lo que deteriora la función inmune y dispara la inflamación. Comer tanta carne también contribuye a un aumento en una sustancia llamada N-óxido de trimetilamina en la sangre que, de acuerdo con investigaciones del Cleveland Heart Lab, puede ser tan mala para la enfermedad cardíaca como la grasa saturada y el colesterol. Probablemente los seguidores de la dieta carnívora también desarrollen carencias de vitamina C, que, aunque está presente en la carne, se destruye al cocinar esta. Todo esto por no hablar de lo que ocurriría con el planeta si a todos nos diera por comer tamaña cantidad de carne.
“En resumen, creo que una 'dieta carnívora' es inapropiada para la salud humana, perjudicial para la salud de nuestro planeta, abusiva para la mano de obra humana que maneja la preparación de la carne, abusiva para los derechos de los animales y el bienestar”, sentencia Gardner.
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