Año negro para la naranja española: los precios (y las frutas) están por el suelo

Año negro para la naranja española: los precios (y las frutas) están por el suelo
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Por desgracia, se trata de una imagen más habitual de lo que parece: las naranjas acaban en el suelo, pudriéndose, porque sale más caro pagar por recogerlas que venderlas. Los agricultores califican ya la campaña de este año como “pésima”, debido a al retraso en la recolección y el solapamiento en los supermercados con las variedades más baratas provenientes de otros países.

Pese a que los estudios del ministerio calculan que los costes de producción de la naranja se sitúan en torno a 15 céntimos el kilo, estos días se está pagando en el campo a 11 céntimos de euros –en los supermercados puede encontrarse desde 75 céntimos el kilo–, unos precios bajísimos, necesarios para competir con el resto de los cítricos.

En concreto, según explica en un comunicado Asaja Córdoba, la crisis de precios está directamente relacionada con la aplicación del acuerdo comercial de la Unión Europea con Sudáfrica, que entró en vigor en 2016 y permite la importación de cítricos de este país hasta el 30 de noviembre con unos aranceles que en 2018 han sido del 11,6% e irán reduciéndose hasta desaparecer en 2026.

En teoría, la campaña del hemisferio sur debería complementar a la española, surtiendo de naranjas las fruterías en verano, pero las variedades tardías de naranjas y mandarinas sudafricanas se solapan con las primeras de la temporada española, que se extiende de finales de septiembre a mayo. Como denuncia la asociación de jóvenes agricultores, incluso quedan en los supermercados naranjas de países como Uruguay.

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El ministerio retirará 50.000 toneladas de naranjas

Pese a las protestas de los agricultores, el Gobierno no se plantea activar las cláusulas de salvaguardia contempladas en el Acuerdo Comercial de la UE con Sudáfrica, y solo han contemplado a través del Ministerio de Agricultura retirar del mercado 50.000 toneladas de naranjas y mandarinas, con destino a entidades caritativas y a la producción de zumo, que será distribuido gratuitamente a través de los bancos de alimentos.

El panorama, además, podría complicarse en las próximas fechas, cuando empiecen a llegar naranjas procedentes de países como Turquía, Egipto y Marruecos, donde se espera una cosecha récord. “Las producciones de estos países van a competir con nuestras variedades tardías, una competencia a todas luces desleal ya que no competimos en igualdad de cotes laborales y exigencias fitosanitarias con estos países”, denuncia el comunicado de Asaja.

Puig El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, se ha reunido con representantes del sector citrícola.

En la Comunidad Valenciana, donde se recoge el 70 % de la producción española de cítricos, la situación ha provocado ya movimientos políticos. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la consejera de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, Elena Cebrián, se han reunido ya con representantes de la Interprofesional Citrícola Española (Intercitrus), que llevaba una década inactiva, para estudias dos líneas de ayudas al sector.

Por un lado, se está analizando la puesta en marcha de ayudas de mínimis que suponen hasta 15.000 euros por agricultor. Se trata de subvenciones directas a los agricultores que demuestren una caída de ingresos por razones climáticas o comerciales. Por otro, el Gobierno valenciano llevará a cabo otro estudio sobre el establecimiento de una línea de ayudas para la recuperación de arbolado afectado en las parcelas inundadas por las lluvias de este otoño. Asimismo, el Instituto Valenciano de Finanzas también dispondrá de una línea de ayudas para bonificar préstamos.

Imágenes | Börkur Sigurbjörnsson/Calafellvalo

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