Cómo preparar fácilmente los tomates para hacer conservas caseras

Esther Clemente

Colaborador

Soy una chica coruñesa, veterinaria de profesión y que por circunstancias de la vida acabé viviendo en Asturias donde llevo ya una buena temporada. Cuando me preguntan por qué me gusta tanto cocinar, siempre respondo lo mismo: "¡Por qué mi madre odia meterse en la cocina!".

El verano es la estación del tomate, y aunque durante todo el año se puede disfrutar de él porque siempre lo tenemos en las tiendas, es en esta época cuando nuestros huertos dan cosecha y esta hortaliza alcanza su punto más sabroso de sabor.

Ahora que están de moda los huertos urbanos y que hay una vuelta a las vacaciones en el pueblo, seguro que tenemos la oportunidad de hacernos con unos tomates “de los de verdad”, llenos de sabor y color, con sus manchitas y sus imperfecciones, para la multitud de recetas en donde los podemos emplear.

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Así que hoy vamos a ver como es la manera más sencilla de preparar los tomates sin piel para embotar en conserva o simplemente para utilizarlos en aquellos platos donde nos los pidan y que esta operación resulte lo menos tediosa posible ¿Quieres saber cómo?

Para preparar nuestros tomates libres de piel necesitaremos un equipo muy básico, simplemente un cuchillo bien afilado, una tabla de cortar, una olla alta en la que herviremos agua, una espumadera metálica y un bol grande con agua muy fría con una buena cantidad de cubitos de hielo.

Comenzaremos despojando los tomates de su rama y lavándolos y secándolos con un paño limpio. Seguidamente con un cuchillo bien afilado les cortaremos una especie de X en la zona roma o llamada también globo del tomate, esto nos ayudará a quitar después la piel fácilmente.

Mientras tanto pondremos una olla de agua a hervir y cuando esté borboteando hundiremos nuestros tomates durante treinta segundos en el agua hirviendo, hasta que veamos que la piel comienza a aflojar. Los retiramos rápidamente con una espumadera metálica.

Es entonces cuando ayudados con la espumadera los pasamos al bol de agua fría con hielo, esto cortará la cocción y evitará que el tomate siga cocinándose demasiado.

Una vez que hayan enfriado los colocamos en una tabla de corte y vamos tirando en la zona de la X que les habíamos practicado con el cuchillo de la piel, esta se desprenderá muy fácilmente y quedará nuestro tomate perfectamente pelado.

Ahora le quitaremos con un cuchillo patatero la zona donde va unido a la rama y los podemos dejar así enteros para embotar en conserva, o bien partirlo a la mitad o en cuartos para quitarles las pepitas que saldrán con el escaldadado de manera muy rápida, simplemente apretando un poco la mitad del tomate o empujándolas con un dedo. Para hacer los dados de tomate cortar en ambos sentidos perpendicularmente cada mitad y emplear en la receta.

Con estos simples consejos preparar esta hortaliza es cosa bien sencilla, un ratito trabajando para disfrutar el resto del año de nuestros deliciosos tomates de verano.

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