Consejos para lograr una mermelada casera perfecta

Esther Clemente

Colaborador

Soy una chica coruñesa, veterinaria de profesión y que por circunstancias de la vida acabé viviendo en Asturias donde llevo ya una buena temporada. Cuando me preguntan por qué me gusta tanto cocinar, siempre respondo lo mismo: "¡Por qué mi madre odia meterse en la cocina!".

El final del verano suele ser época de recogida de las frutas más habituales para elaborar nuestras confituras y mermeladas. Frutas como los higos, manzanas, frambuesas, moras y otras muchas más son ideales para preparar conservas para todo el invierno y así disfrutarlas en nuestros desayunos, meriendas y como no, para elaborar infinidad de postres.

Si te resulta tedioso, o no te han salido bien las últimas veces que las preparaste, hoy traemos unos consejos básicos para triunfar con tus mermeladas caseras y que estas no tengas nada que envidiar en sabor y textura a cualquier conserva gourmet.

La materia prima

Como todo el mundo sabe las materias primas principales de toda mermelada o confitura son la fruta y el azúcar. Referente a la fruta, lo ideal es preparar nuestras conservas caseras con la fruta en su momento de temporada, el punto de maduración será el correcto y nos aseguraremos que no han madurado tiempo excesivo en cámaras y de forma artificial.

La fruta no debe de estar ni muy verde ni muy madura. Esta última contendrá menor cantidad de pectina lo que dará como resultado mermeladas poco espesas y difíciles de utilizar, y por supuesto siempre hay que desechar la fruta excesivamente dañada, pues puede ser la causante de que una mermelada se estropee durante su conservación.

El azúcar es un elemento muy importante en la fabricación de las mermeladas pues actúa como conservante, por ello no bajes excesivamente su proporción en relación con la fruta, es una de las principales causas por las que te sueles encontrar con mermeladas líquidas y con poco cuerpo, lo ideal es añadir por cada kilo de esta unos 700 gramos a 1000 gramos de azúcar.

Lo ideal es dejar macerar durante varias horas la fruta junto con el azúcar para que cuando empecéis a cocer la mermelada el azúcar ya esté totalmente disuelto en el líquido que la fruta haya soltado durante esas horas.

La pectina

Ya os habíamos hablado de lo que era la pectina y su importancia. Dependiendo del tipo de fruta que vayáis a utilizar será necesario añadir pectina externa o simplemente nos llegará con la que nuestras fruta elegida aporte.

Arándanos y manzanas, no la necesitan adicional, en otras frutas como peras o fresas, es conveniente echar en una proporción de una cucharadita de café de pectina por cada kilo y medio de fruta y siempre mezclada con una pequeña parte de azúcar glasé espolvoreada con un colador para que no haga grumos.

Es conveniente activar la pectina con algún ácido, así que un chorro de limón será nuestro mejor aliado en la fabricación de las mermeladas caseras.

La cocción

El defecto o el exceso de cocción es un punto importante en el éxito de nuestras mermeladas. El momento óptimo será cuando el azúcar consigue enlazarse con la pectina y esto ocurre más o menos a una temperatura de 105 grados. Así que lo ideal es tener un termómetro de cocina y cuando nuestra mermelada alcance esa temperatura podemos considerar que ya está cocida.

Si no dispones de termómetro hay otros sencillos trucos que te peuden ayudar. El primero sería echar una gota de mermelada en un papel de cocina y ponerlo en vertical, si la gota resbala como una lágrima aún le falta cocción a tu mermelada, tienes que seguir uno poco más cocinándola.

Otro sistema sencillo será poner al principio de la cocción dos o tres platillos pequeños dentro del congelador. Cuando creas que se acerca el final de la cocción saca uno y pon un poco de la mermelada en el centro del plato, colócalo de nuevo en el congelador durante dos o tres minutos. Cuando haya pasado el tiempo, saca el plato de nuevo y empuja con la punta del dedo la gota de mermelada, el punto correcto es si se ha formado una piel superficial y la gota se arruga, si está todavía lisa y algo líquida le falta cocción.

Por último también puedes comprobar su punto pasando una espátula por la mermelada, si está pasa por encima de la cuchara formando una capa fina y líquida, tu mermelada aún necesita más cocción. El punto será cuando de la espátula caiga una gota gruesa que se desliza pesadamente.

Esperamos que estos sencillo consejos que sirven para conseguir mermeladas caseras, pero con resultados profesionales. Y desde luego aprovecha tus paseos para recolectar moras, frambuesas, fresillas o arándanos, con estas frutas silvestres parte del éxito de tus conservas está asegurado.

En Directo al Paladar | Personaliza las etiquetas de tus mermeladas y conservas
En Directo al Paladar | Seis usos de la mermelada que no sé te había ocurrido para tus recetas

Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com

VER Comentarios

Portada de Directo al Paladar