En el anterior post sobre las propiedades nutricionales del plátano, ukoegin nos preguntaba, con sus propias palabras, por las diferencias existentes entre un plátano de canarias y el americano.
En primer lugar la diferencia es el nombre que reciben. Tienen muchos nombres, sobre todo dependiendo del país donde se consuman. Nosotros los vamos a reducir a dos. El “plátano de canarias” para nosotros será plátano a secas. Y el “americano”, le vamos a denominar banana.
Los plátanos son las variedades dulces que sirven por lo general para el postre y las bananas se utilizan para cocinar por su gran contenido en féculas.
La diferencia viene dada por la forma de madurar de uno y de otro. Los primeros, los plátanos, convierten sus almidones en azúcares al madurar. Las bananas es totalmente al contrario. Al madurar apenas tienen un 6% de azúcar y un 25% de almidón.
Además, al madurar los plátanos adquieren una textura blanda y jugosa, con aroma muy distintivo de los plátanos debido a los diferentes éteres y acidez que le confiere la maduración. Las bananas al madurar mantienen una textura seca y dura, muy parecida a la patata, por lo que podemos hacer las bananas fritas, en puré o cocidas.
Podemos decir que los plátanos y las bananas son primos hermanos, pero con utilidades totalmente distintas.
Foto | ian_ransley | Aaron Escobar™
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