Durante un tiempo, el consumo del café más caro del mundo, Kopi Luwak, ha estado a punto de ser prohibido a los musulmanes de Indonesia, pues dado su origen se consideraba poco adecuado para el consumo. No es de extrañar, ya que el café se recolecta de entre los excrementos de las civetas, que en sus tribulaciones por los cafetales se alimentan con granos de café maduros. El proceso que estos sufren en el organismo de las civetas los convierten en un manjar, con menos amargor y un ligero sabor a caramelo.
Después de muchas cavilaciones sobre el tema, el Consejo Ulema por fin ha dictaminado que su consumo no es un pecado ni algo impuro, pero impone la condición de que una vez extraídos de las heces, los granos se limpien con agua para que sean jalal y puedan consumirse sin faltar a ninguna norma.
La verdad es que no dejamos de sorprendernos de las cosas que nos echamos para el cuerpo por estos mundos de Dios, pero como dicen los antiguos, algo tendrá el agua cuando la bendicen, y si este café se considera semejante delicia no vamos a ser nosotros quienes lo pongamos en duda. Eso sí, el enjuague con agua seguro que se agradece.
Vía | 7 Caníbales
Imagen vía | Tribalicious en Flikr
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