Según cuenta una leyenda, el creador de los tortellinis era propietario de un hostal en la ciudad de Castelfranco (Italia). Al hostal acudió una bella dama que causó una agradable sensación en el hostelero que sin dudarlo, al caer la noche, decidió espiar a la dama a través de la cerradura para poder observar como se desvestía.
Lo que contemplaron sus ojos le hicieron entrar en éxtasis y se sintió impulsado irresistiblemente hacia la cocina para poder reproducir gastronómicamente la parte del cuerpo de la mujer que más le había fascinado. Se trataba del ombligo, así es como cuenta la leyenda que nacieron los tortellinis o también denominados Ombligo de Venús.
Cada año se reproduce esta leyenda a través de una gran fiesta popular en la ciudad de Castelfranco. Se escenifica con todo tipo de detalles, trajes de época y decorados fieles a la leyenda. El cocinero mirón ha pasado a la historia gracias a la visión de un peculiar ombligo.
O sea que cada vez que disfrutamos de los ricos tortellinis, estamos evocando el ombligo de aquella dama. Sea o no cierto, la verdad es que es un motivo ideal para celebrar la peculiar fiesta de los tortellinis a la que denominan en Italia, La Sagra del Tortellino.
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