La leche y los productos lácteos son la principal fuente de yodo en muchas de nuestras dietas y una fuente importante de yodo en muchos países. Sin embargo, en nuestra investigación más reciente nos dimos cuenta de que la concentración de yodo de la mayoría de las alternativas a la leche de vaca (como la “leche” de soja o la de almendras) es muy baja. Es algo importante porque la falta de yodo, especialmente durante el embarazo, afecta al desarrollo del cerebro y está vinculada a una menor inteligencia.
Cada vez es mayor el número de personas que sustituye la leche de vaca por las bebidas alternativas y crecen las ventas y por eso queríamos saber si los consumidores de estos productos pueden igualar la cantidad de yodo que contiene la leche de vaca. Para ello medimos la concentración de yodo de 47 productos sustitutos de la leche disponibles en el Reino Unido, incluyendo una gama amplia de diferentes tipos: de soja, de almendra, de avena, de arroz, de coco, de avellana y de cáñamo (pero excluyendo los productos comercializados para bebés y niños).
Nos dimos cuenta de que la mayoría de los sustitutos de la leche eran bajos en yodo por sí mismos con una concentración de alrededor del 2% en comparación con la leche de vaca. Además, solamente tres de las 47 bebidas estaban enriquecidas con yodo y, mientras que algunos fabricantes añaden el calcio que contiene la leche de vaca, la gran mayoría, incluyendo las grandes marcas, no añaden yodo.
Somos conscientes de que algunos consumidores pueden decantarse por estas alternativas por diferentes motivos, incluyendo alergias o intolerancia a la leche de vaca, por lo que es importante que sepan que estos sustitutos de la leche tienen un bajo contenido en yodo y que consumir poco yodo tiene consecuencias para la salud.
El yodo importa
La mayoría de la gente no sabe que el yodo se encuentra en la leche de vaca y no son conscientes de que necesitan una cierta cantidad en su dieta. En el Reino Unido, el yodo no aparece en las etiquetas de información nutricional de los envases de leche y no hay mucha información sobre la importancia de tomar yodo, incluso entre las mujeres embarazadas.
La leche de vaca es una excelente fuente de yodo y solamente un vaso (200g) ya proporciona alrededor de 70μg (microgramos), una cantidad considerable si tenemos en cuenta que la cantidad recomendada para adultos en Europa es de 150μg de yodo al día. Por el contrario, nuestro estudio demostró que un vaso de una bebida sustitutiva de la leche proporcionaría tan sólo dos microgramos de yodo.
Las bebidas con yodo añadido (según la información nutricional) proporcionaban una cantidad razonable de yodo (entre 45μg y 60μg por vaso). Sin embargo, no son de las más vendidas en el mercado y es probable que la mayoría de los consumidores no reciba suficiente yodo en su dieta a partir de estas fuentes.
Se sabe que si se consume muy poco yodo durante el embarazo puede causar alteraciones en el desarrollo cerebral y dar lugar a un menor coeficiente intelectual en el niño. Es por ello que muchos países han añadido yodo a la sal de mesa (sal yodada) con el fin de mejorar la ingesta de yodo y reducir el impacto que tiene tomar poco yodo en la salud de la población. Como resultado, el número de países con deficiencia grave de yodo se ha visto reducido, pero algunos países todavía están clasificados por tener unos niveles que van de ligeros a moderados de deficiencia de yodo.
Pero tal y como nuestra investigación anterior ha demostrado, incluso una deficiencia leve o moderada en mujeres embarazadas está relacionada con un menor coeficiente intelectual y una peor capacidad de lectura en los niños de hasta nueve años de edad.
Otras fuentes de la dieta
Por supuesto, la leche no es la única fuente de yodo. Otras fuentes ricas en yodo incluyen los pescados y mariscos (especialmente los peces blancos, como el bacalao) y los huevos.
Para las personas que no pueden o no desean comer estas fuentes alternativas de yodo (como los vegetarianos o aquellos a los que no les gusta el pescado) puede ser difícil cumplir con la ingesta de yodo recomendada. Por lo tanto, algunas personas deberían considerar tomar suplementos de yodo para asegurar que consumen una cantidad suficiente.
Es muy importante no usar los suplementos a base de algas que a menudo se venden como una fuente de yodo en tiendas de alimentos naturales porque pueden ser una fuente excesiva de yodo.
Desafortunadamente, no existe una prueba que mida si tenemos deficiencia de yodo. Si quieres saber si tu ingesta de yodo es suficiente, tienes que valorar si las fuentes de yodo forman parte de tu dieta. Hemos elaborado una hoja informativa sobre el yodo disponible a través de la Asociación Británica de Dietética y que te puede ayudar a entender cómo cumplir con las recomendaciones.
Autores: Sarah Bath, profesora de nutrición y salud pública de la Universidad de Surrey, y Margaret Rayman, profesora de medicina nutricional de la Universidad de Surrey.
Este artículo ha sido publicado originalmente en The Conversation. Puedes leer el artículo original aquí.
Traducido por Silvestre Urbón.
Imágenes | Pixabay y Wikimedia Commons