En las recetas en la que se usa lima o limón es habitual encontrar comentarios en los que se apunta que ha habido una confusión, pues en realidad habría que utilizar la otra fruta. Pero no es que nos hayamos confundido: es que la lima y el limón tienen nombres opuestos a uno y otro lado del charco.
En buena parte de Latinoamérica se conoce al fruto verde y más ácido, que en España se llama “lima”, como “limón”, y viceversa, a los limones amarillos, más comunes en España, se les conoce como “limas”.
Ambos árboles frutales son originarios de Asia y el nombre de sus frutos proviene del persa
Lo cierto es que ambas frutas son de la misma familia, pero de especies de árboles híbridos distintos. La fruta verde es la que se recoge del Citrus × aurantifolia, también llamado “limero”, y la amarilla es la del Citrus × limón, conocido como “limonero”.
Ambos árboles frutales son originarios de Asia y el nombre de sus frutos proviene de la palabra árabe “laymún”, que proviene a su vez de la persa “limún”. Aunque la mayoría del vocabulario español proviene del latín o el griego, estos dos pueblos desconocían la existencia de la lima y el limón, que fueron introducidas en Europa tras la conquista musulmana de la península Ibérica, cuando su cultivo se empezó a extender por todo el litoral mediterráneo a partir del 400 d.C. Al resto de Europa llegó más tarde, gracias a los cruzados que regresaban del Medio Oriente y el norte de África.
¿A qué se debe la confusión?
Al igual que Cristobal Colón trajo de sus primeros viajes a América los tomates, las patatas o las judías (especies que cambiaron para siempre la agricultura y la alimentación en Europa), llevó al nuevo continente especies que allí eran inexistentes, como es el caso de todos los cítricos.
Es probable que los españoles llevaran a América varias especies de limones, pero si bien en España crecía mejor el limonero, en los trópicos arraigo el limero, que es un árbol que se adapta mejor a este clima. Esta es la razón por la que en gran parte de Latinoamérica es más común la lima que el limón.
Más difícil es saber en qué momento se intercambiaron los nombres, pero probablemente se deba a una sencilla evolución de los términos, que se cruzaron con los que se utilizan hoy en España. En Perú, por ejemplo, donde arraigaron ambas especies, se conoce como “limón criollo” al fruto verde, en oposición al “limón real”, el amarillo. Pero en todo Centroamérica y México, donde solo arraigó lo que los españoles conocemos como “lima”, esta se quedó sencillamente con el nombre de “limón”, que para mayor confusión sirve para denominar a ambas frutas en algunos países como República Dominicana.
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