Masterchef se queda sin sus 'alcaldes' en otra expulsión nada esperada, pero justa

Este año MasterChef es sin duda de las chicas, pero cualquier error puede ser fatal, y de nuevo hemos asistido a una expulsión inesperada, tanto o más que la del último programa, cuando se marchó Víctor.

De nuevo queda claro que en este concurso no gana necesariamente el que parece el mejor cocinero. Al final es obligatorio recordar que los aspirantes son cocinillas amateur, que se enfrentan a técnicas complejas, que la mayoría aplica en el programa por vez primera.

Sofía, conocida como 'la alcaldesa', parecía, quizás junto a Marta y Ketty, la aspirante más fuerte del programa, pero ha sido la última expulsada, superando por ejemplo a Dani, que volvió al programa tras la repesca sin llegar a destacar nunca. Y lo ha hecho tras cometer varios errores que a estas alturas no se perdonan.

En el primer tramo del programa ha visitado el plató Martín Berasategui, que ha mostrado uno de sus platos que, asegura, realizó pensando en su amigo Karlos Arguiñano: una ostra tibia escabechada, con granizado de pepino y txakoli y espuma de manzana picante.

Hemos vivido entonces el típico momento pasteloso en el que los familiares de los aspirantes han visitado el plató, tras casi tres meses alejados de sus maridos, madres o hijas. Ha llorado hasta el apuntador y, después, los aspirantes han tenido que preparar el complicadísimo plato de Berasategui esposados a sus parientes, que también podían cocinar.

El plato incluía muchos pasos, incluido unas esferificaciones que ha llevado a muchos aspirantes por el camino de la amargura. En la prueba ha sido decisiva la ayuda de los familiares, y Ketty y su madre han sido las que se han llevado el gato al agua.

Viaje a la (falsa) Edad Media

En la prueba exterior, jurado y concursantes han viajado en el tiempo hasta la Edad Media. En el antiguo Reino de Navarra, en la villa de Olite, se encuentra uno de los palacios más lujosos de toda Europa, donde tendrá lugar la vuelta de la reina Leonor a Navarra. El rey Carlos III ha pedido a los aspirantes que se encarguen del banquete, reinventando los platos favoritos de su esposa, que degustarán 30 comensales muy especiales de la corte.

Por primera vez en la historia del programa, los equipos han estado liderados por Pepe Rodríguez y Jordi Cruz, que se han encargado, incluso, de distribuir a los aspirantes. Solo Ketty, por haber ganado la primera prueba, ha podido escoger trabajar con Pepe.

El jurado ha apuntado que han trasladado a este tiempo la tecnología del siglo XXI, aunque se ha olvidado decir que en la Edad Media (en lo que ahora es España) tampoco había muchos de los ingredientes de los platos presentados, como el aceite de girasol, el maíz, el pimiento o las pochas, especies todas ellas originarias de América y que no llegaron, como pronto, hasta que Cristóbal Colón regresó de sus viajes -vamos, que faltaban en el mercado medieval los crepes, los juguetes de madera y los hippies para recrear el medievo como mandan los cánones actuales-.

El equipo azul, liderado por Jordi Cruz, con Sofía, Oxana y Tony, ha tenido que elaborar, como entrante, unos espárragos cocidos, acompañados de salsa holandesa y un crujiente de jamón; y, de segundo, unas pochas estofadas con perdiz y col rizada.

El equipo rojo, liderado por Pepe Rodríguez, con Ketty, Dani y Marta, ha tenido que cocinar un bacalao al ajoarriero, pimientos al piquillo y un aire de bacalao; y canutillos de Sumbilla con crema pastelera y espuma de vainilla de Madagascar.

Una prueba nada sencilla

En la prueba de eliminación, el jurado ha propuesto a los delantales negros jugar al póker MasterChef. Todos han contado con 10 ingredientes base (como leche, harina, tomates o zanahorias y, como punto fuerte, el rape) y podían cambiar hasta cinco por sendas minicajas que escondían otros productos secretos, más especiales, como achicoria, pasta de aceitunas, amaranto o berberechos.

Al final los aspirantes tenían combinaciones difíciles, pero con productos de calidad, y podían disponer además de gelificantes y texturizantes para elaborar un plato libre de alta cocina en 75 minutos, en el que debía demostrar su destreza usando gelificantes y texturizantes, y probando técnicas de vanguardia.

El chef Mario Sandoval ha protagonizado la última prueba, enfrentándose a esta con los 10 ingredientes base, sin poder hacer ningún cambio, y ha presentado un plato de rape que tenía una pinta estupenda.

Los platos de los concursantes tenían bastante nivel, sobre todo el de Toni, seguido del de Oxana, que han destacado sobre los de Ketty y Sofía, que en principio parecían las más fuertes. Ha sido esta última la que ha elaborado el peor plato, sin utilizar técnicas avanzadas y con poca gracia y se ha tenido que ir a casa. Es lo que hay.

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