Usadas desde antaño para sazonar platos y adornarlos, las hierbas comestibles están cobrando importancia en la cocina de vanguardia, por el sabor fresco que aportan a los platos y sobre todo por los toques exóticos y las reminiscencias naturales que sugieren.
La mayoría de ellas pueden usarse en ensaladas, pero si resultan muy fuertes o amargas, lo mejor es cocerlas y aprovecharlas para hacer caldos.
Algunas sobre todo cuando pasan por la etapa de ser brotes jóvenes, son una delicatessen añadida a las tortillas o a los revueltos de huevo, sólo hay que tener en cuenta que al igual que las setas, las plantas silvestres pueden ser venenosas, por eso lo mejor es adquirirlas en un establecimiento de confianza.
Las más conocidas son, el trébol, sus hojas se usan en ensaladas o cocidas, las semillas para dar sabor al pan; El berro, es una hierba silvestre, acuática, su mejor época es abril, pone un toque picante a las ensaladas; Acedera, hierba silvestre de las zonas templadas, su mejor momento es primavera y verano, se suele usar para condimentar platos y mezclada con otras especias.
Grelos y nabizas, esta hortaliza son las hojas de la planta del nabo, tiene gran utilización en la cocina gallega y últimamente se están implementando en todos los mercados españoles.
Angélica, crece junto a los riahuelos de montaña, hasta ahora su raíz se ha usado en la confección de licores, pero últimamente se usan las hojas para ensaladas, crudas, cocidas o sopas.
Bardana, se cultiva junto a los caminos en primavera y verano y sus hojas frescas están buenas en ensaladas; Espadaña, presente en el borde de ríos y charcas todo el año, los brotes jóvenes se comen en ensalada, pero también son muy ricos para hacer sopas.
Hierba de pollo, la encontramos en cualquier estación, en campo de cultivos y jardines, lo mejor es añadirla a las tortillas ya que le da un perfume muy sutil.
Lúpulos, se encuentran en la primavera y en el verano en zonas montañosas, sus brotes tiernos se pueden tomar como los espárragos.
Ortigas, una vez hervidas las hojas, están exquisitas en bechamel o gratinadas con queso rayado. Las hierbas comestibles pueden llegar a tener más vitaminas que las típicas verduras de la huerta, motivo por el cual se aconseja su uso y consumo convirtiéndose toda esta en un auge gastronomico del siglo XXI