Un artículo realizado por la firma escocesa de alquiler de vehículos All Car Leasing asegura que es posible alcanzar el consumo máximo de alcohol permitido para conducir tras tomar dos pintas de zumo de naranja, equivalente aproximadamente a un litro de zumo.
Según el informe, el zumo casero puede contener alcohol debido a la fermentación de la fruta, y si tomas más de un litro puedes estar al borde del límite establecido en Escocia para conducir, de 0,22 mg de alcohol por litro de aire espirado, el mismo que en España (equivalente a 0,5 g de alcohol en sangre).
La compañía alerta también sobre el tiramisú. Aunque se puede elaborar sin pizca de alcohol, el popular postre italiano suele llevar Amaretto, ron o brandy, en cantidades que te pueden llevar a dar positivo en un control de alcoholemia. Aunque, según el artículo, tendrías que zamparte dos tiramisús enteros.
La compañía advierte también sobre otros dulces como los trifle, un postre británico que ya se preparaba a finales del siglo XVI por los marinos ingleses con bizcochos empapados en aguardiente y recubiertos de crema y que pueden llevar una buena cantidad de alcohol. También señala a los clásicos bombones rellenos de licor, pero estos tienen un contenido de alcohol insignificante, y aunque podrías dar positivo tendrías que comerte en concreto 850.
¿Dar positivo por pasarse con el postre?
Los responsables de este extravagante informe aseguran que “comer alimentos que contienen alcohol tiene un mayor efecto en la línea que en el porcentaje de alcohol en sangre” pero ¿de verdad se puede dar positivo en un control por pasarse con el tiramisú?
Es lo que ha decidido comprobar el reportero de The Guardian Stuart Heritage, que se ha sometido a un atracón de los productos mencionados en el informe –lo que hace la ausencia de informaciones en verano—.
Tras beberse un litro de zumo, el alcoholímetro no señalaba nada. Tras zamparse dos tiramisús industriales de 90 gramos su alcohol en sangre subió a 0,4, todavía debajo de límite permitido (pero casi al límite). El esforzado reportero solo consiguió superar el límite legal para conducir tras zamparse cuatro trifles individuales de 150 gramos y 25 bombones de licor.
“¡Éxito! Finalmente he comido lo suficiente como para no poder conducir”, concluye Heritage. “Lo cual es lamentable, porque en este punto probablemente podría ir al hospital”.
Imágenes | Pixabay
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