Hay unos cuantos tipos de pollo en el mercado, que en función de la edad o el sexo en el momento del sacrificio, varían sus características en cuanto a la carne.
Tenemos el pollo picantón, esto nos recuerda el picantón a la Moritz que degustamos en la feria Degusta de Barcelona. Este pollo es un ejemplar que se sacrifica cuando tiene un mes de edad y un peso aproximado de ½ kilo, gracias a la carne tan tierna y de poco sabor, es adecuado para una parrillada o para elaborarlo en el grill.
Si te decantas por un pollo tomatero o coquelet, deberás saber que este pollo tiene una carne firme con un peso comprendido entre 500 gramos y 1 kilo. Posee un delicado, pero buen sabor y lo podemos cocinar al igual que el picantón. El capón ya es otra cosa, es un ejemplar castrado y sobrealimentado que ronda los 3,5 kilos. Aunque presenta gran cantidad de grasa entreverada, su carne es tierna y sabrosa, resulta incluso aromática. Este ejemplar es especial para elaborar un relleno al horno o un buen asado.
Seguimos con el recorrido turístico por la carne de pollo con la famosa pularda, una hembra sobrealimentada que pesa alrededor de los tres kilos y que ha sido sacrificada en torno a los ocho meses de edad. La carne es de color blanca y además es tierna y sabrosa. En cuanto a la preparación, bueno, esta es mucho más versátil, seguro que tu has probado alguna receta con pularda.
La carne de gallina, ideal para caldos y sopas, se trata de una hembra adulta que ha sido sacrificada tras agotar la capacidad de puesta de huevos, su carne es dura, fibrosa y grasa, con un intenso sabor, por estas razones es la más adecuada para la sopa.
¿Qué se considera pollo?, el ave gallinacea de cría, ya sea macho o hembra que suele sacrificarse cuando tiene alrededor de 5 meses y su peso oscila entre 1 y 3 kilos, aunque esto no es del todo real, ya que gracias a la cría intensiva, se consigue un pollo en unos tres meses con un peso de un kilo.
Sin duda el pollo es muy común en todos los hogares debido a su gran versatilidad en la cocina y a su buen precio. De momento, no hay miedo alguno por la gripe aviar y seguimos disfrutando de cada una de las clases de pollo, mañana, quién sabe.
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