La tortilla de patatas tiene buena fama respecto al sabor, a nosotros nos encanta, pero también se dice de ella que es muy energética y grasienta, además de poco digestiva, en resumidas cuentas, es un plato muy popular pero poco recomendable. Claro que, esto no es del todo cierto.
Si la tortilla de patatas está bien hecha, con sus ingredientes en las proporciones adecuadas, es favorable para una dieta equilibrada, ya que en ella se encuentran los huevos, las patatas, la cebolla y el aceite de oliva.
El huevo es uno de los alimentos más completos que existen y la proteína que nos aporta, es la que tiene más calidad de toda la dieta. O sea más calidad que la proteína de la carne, de las legumbres o del pescado. La patata nos aporta carbohidratos de lenta absorción, agua y una gran cantidad de vitamina C. La cebolla en el caso de que la tortilla esté elaborada con ella, tiene propiedades diuréticas y anticancerígenas.
Finalmente el aceite, es un compendio de antioxidantes y grasas cardiosaludables. Lo que hace que pueda ser menos aconsejable en el caso de padecer alguna patología, es que el aceite sea frito, pero siempre se puede hacer con patatas asadas, que aunque no es lo mismo, no deja de estar rica. Lo único imprescindible en la tortilla es que los ingredientes sean de primera calidad y que a la hora de comer, sea plato único o en todo caso que se acompañe de una ensalada.
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